BB King

Riley Ben King nació en Itta Bena, Misisipi, el 16 de septiembre de 1925  y es considerado uno de los músicos de blues más influyentes de todos los tiempos, ganando el apodo de «el Rey del Blues» y el renombre de «uno de los tres reyes (Kings) de la guitarra blues» junto a Albert King y Freddie King.

King «introdujo un sofisticado estilo de solos basados en brillantes vibratos que influirían prácticamente a todos los guitarristas de blues eléctrico que le siguieron, la revista Rolling Stone lo situó en el puesto seis de la lista de los 100 mejores guitarristas de todos los tiempos y figura en el puesto 17 de la lista «Top 50 Guitarists of All Time» elaborada por Gibson. King es miembro del Salón de la Fama del Rock and Roll desde 1987.

Con los años, King desarrolló un estilo de guitarra identificable de su obra musical, con elementos prestados de Blind Lemon Jefferson, T-Bone Walker y otros y la fusión de géneros musicales como el blues, el jazz, el swing y el pop. Su guitarra eléctrica Gibson ES-335, apodada «Lucille», también da nombre a una línea de guitarras creada por la compañía en 1980. King es también reconocido por su prolífica cuenta de presentaciones en directo, con un promedio de 250 o 300 conciertos anuales durante la década de 1970.

B.B. King falleció el 14 de mayo de 2015 en su casa de Las Vegas. Apenas B.B. King- 'Blues Boy' King, su mote de sus primeros años de carrera- había anunciado en su web que estaba en su casa recibiendo cuidados paliativos. El cantante e intérprete sufría de diabetes e hipertensión desde hacía más de una década, e incluso había realizado anuncios en la televisión de Estados Unidos de dispositivos para medir los niveles de glucosa en la sangre.

Musicalmente hablando, es como si al mundo le quitaran, casi definitivamente, una parte de su memoria. A la muerte de uno de los últimos grandes padres fundadores del blues, un hombre que creó un nuevo lenguaje con la guitarra eléctrica, pieza esencial en la arquitectura de la música popular del siglo XX. Se va algo más que un simple músico. Porque B. B. King, muerto a los 89 años, representaba un modo de vida y de creación musical.

Se acabó así la carrera del 'rey del blues', como era afectuosamente conocido King, que a lo largo de su vida pasó de la pobreza extrema de una familia de jornaleros en Mississippi, en la era de Jim Crow -que es como se conoce en EEUU a las leyes que condenaban a los negros a una existencia de tercera clase- a codearse con las mayores estrellas del rock y a ganar 15 Grammys.

El primero, en 1971; el último, hace apenas seis años. En total, 10 de esos 15 Grammys son por discos y canciones de blues tradicional, a pesar de que sus trabajos más conocidos son de blues-rock, donde una larga estela de estrellas, encabezada por el británico Eric Clapton, queda como heredera de su estilo con 'Lucille'.

Lo cierto es que el ascenso de B.B. King al Olimpo de la música rock y blues de los siglos XX y XXI no podría haber sido más imprevisible. Sus padres eran muy pobres. Su madre le abandonó a él y a su padre cuando King apenas tenía 4 años para irse con otro hombre. La música, primero en el coro de la iglesia, y luego ya con la guitarra fueron su vía de escape en una adolescencia marcada por la pobreza y el aislamiento.

King empleó la música como terapia, y acabó convirtiéndose en historia de la música. En total, dio más de 15.000 conciertos. En sus primeros años, en bares y al final, en la Casa Blanca, o en el Royal Albert Hall donde actuó con el guitarrista de 'Guns and Roses', Slash -o en el festival de Glastonbury-. Su último concierto fue en el Festival de Jazz de Nueva Orleáns.

La carrera de B.B. King empezó en Mississippi. Pero empezó a tomar impulso en el extrarradio de Memphis cuando, a los 24 años, empezó a grabar discos producidos por Sam Phillips, que luego fundaría Sun Records, el sello discográfico que descubriría en los cincuenta a Elvis Presley, Roy Orbison, Jerry Lee Lewis, y Johnny Cash, entre otros.

El éxito le llegó relativamente pronto, y King se convirtió en la persona que transformó una música rural y negra, el blues, en un sonido urbano y universal. Contó para ello con la ayuda de su admirado Frank Sinatra, que en la década de los sesenta le abrió las puertas de espectáculos en Las Vegas en los que B.B. King se convirtió en el primer negro en actuar. Aunque su salto a la fama masiva se produjo, según él mismo relata en su autobiografía, en 1968, en un concierto en la sala Fillmore West, en San Francisco, en 1969. "Cuando vi una hilera de blancos con melena" haciendo cola para entrar, King le dijo a su manager: "Nos han contratado en el sitio equivocado".

Fue el estallido de su carrera. Y, durante las cuatro décadas y media siguientes, King se mantuvo en la cima con 'Lucille', su guitarra -que casi siempre era de la marca Gibson-. Una guitarra que toma su nombre de la mujer por la que se pelearon dos hombres del público en uno de sus recitales en la aldea de Twist, en Arkansas. La bronca alcanzó tal nivel que acabó provocando un incendio. La sala fue evacuada, pero King volvió a entrar para agarrar su guitarra antes de que ésta ardiera. Cuando se enteró de que la pelea había sido por una chica llamada 'Lucille', decidió bautizar así a todas sus guitarras.

Genio y figura B.B. King se casó dos veces. Ambos matrimonios duraron poco, debido en buena medida a las exigencias de calendario de una persona que durante cinco décadas dio entre 250 y 300 conciertos al año. Se le atribuyen 15 hijos, y más de 60 nietos. Pero es imposible saber dónde acaba la leyenda y dónde empieza la realidad.


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