El fondo de las cosas: Las noticias y las redes sociales

Por Mario Maraboto

Las noticias falsas han existido en el mundo a lo largo de los siglos.

Se dice que, luego del descubrimiento de América, se difundieron en Europa relatos acerca de sitios de inmensa riqueza como los mitológicos “país de Jauja” y la “Ciudad de los Césares” al Sur de este continente. Hacia el Siglo XVII en Francia se distribuían panfletos en los que se difundían falsedades, o en el Siglo XX se conoce cómo la propaganda nazi distribuía mensajes contra los enemigos del régimen acusándolos de las dificultades que enfrentaba la sociedad alemana, para sensibilizar a su favor a miles de personas.

Son lo que ahora se conoce como fake news que el Diccionario Cambridge define como “historias falsas que parecen ser noticias, difundidas en Internet o usando otros medios, generalmente creadas para influir en las opiniones políticas o como una broma”, y que el Diccionario Collins sintetiza como “información falsa, a menudo sensacional, diseminada bajo la apariencia informes de noticias”.

Las noticias falsas, por sus propias características representan una amenaza a la credibilidad de empresas, organizaciones civiles, medios de comunicación y gobiernos, especialmente porque su propagación a través de las redes sociales se logra en cuestión de minutos. Se difunden básicamente para engañar, inducir a error, manipular, desprestigiar o enaltecer a una institución, entidad o persona ya sea para fines comerciales, políticos o económicos, entre otros.

Donald Trump, como Presidente de Estados Unidos, utilizaba las redes sociales para responder a todas las críticas a su gestión, desprestigiar a los medios de prensa tradicionales y cancelar la discusión abierta.

El uso de las redes sociales para la difusión de noticias es un tema inquietante en todo el mundo dada la creciente cantidad de usuarios y sus preferencias de comunicación. La Asociación Mexicana de la Industria Publicitaria y Comercial en Internet, A.C., (AMIPCI) hoy llamada Asociación Mexicana de Internet, A.C. revela los siguientes datos:

  • Existen en México 79 millones de internautas, 64% de los cuales se encuentran conectados en internet las 24hrs, la mayoría de ellos a través de teléfono inteligente. De ellos, el 89% usa redes sociales.
  • Cada usuario en México cuenta con un promedio de 5 redes sociales entre las que Facebook es la principal.

No obstante, un estudio del Instituto Internacional de Marketing, de Barcelona, expresa que en México, Twitter sigue siendo el canal para expresar las ideas, dar a conocer la noticia con inmediatez, entablar debates, y es el medio favorito por políticos y hasta del presidente para hacer anuncios.

A nivel mundial, los medios sociales están considerados como uno de los menos confiables para el consumo de noticias. La corporación Teads, la número uno en el mercado de publicidad de videos en el mundo, presentó un estudio denominado “In News We Trust”, realizado en Estados Unidos, Reino Unido, Francia, España, Alemania, Italia, México, y Brasil, entre 16,000 consumidores (2,000 por país) que revela que sólo el 11% de los encuestados confía en los medios sociales para el consumo de noticias. Asimismo el 28% considera que dichos medios son sensacionalistas y el 26% cree que sus noticias son falsas.

Las noticias se consumen en todos los dispositivos aunque los que tienen mayor protagonismo son los móviles. En Estados Unidos el 55% de los consumidores leen las noticias en sus dispositivos móviles, en Inglaterra el porcentaje es de 51; en México  el 76% de los usuarios son más proclives a informarse a través del celular y en Brasil, tiene prioridad la computadora portátil o de escritorio.

De acuerdo con el estudio, las noticias falsas han hecho que más del 75% de los encuestados busquen sitios de noticias de alta calidad y confiables y entonces optan por las noticias en línea y en la televisión para obtener información, medios a los que ponen más atención, aunque no especifica porcentajes para México.

El fondo de esto es que, la difusión de noticias falsas afecta no sólo al periodismo serio sino la reputación y prestigio de personas físicas y morales que no necesariamente son fuente de este tipo de noticias. De ahí la importancia de que cualquier organización cuente con un plan de prevención que permita hacer frente, de manera satisfactoria a cualquier crisis de comunicación hacia la que pudiera llevarla una noticia de esta naturaleza.

Un tuit o un video en YouTube que se conviertan en trending topic puede lesionar, posicionar o fortalecer una reputación institucional o personal. No obstante los millones de usuarios de las redes sociales, potenciales generadores de una tendencia, ésta sólo lo es en el momento en que se produce y su tiempo promedio de vida es de un máximo de 15 minutos, aunque muchos no alcanzan los 5 minutos en la cima de los comentarios.

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De cualquier forma, es tiempo más que suficiente para que los medios de comunicación tradicionales (radio, televisión, portales de noticias y medios impresos) se encarguen de prolongar su vida y sus efectos, positivos o negativos, en los públicos.

Es entonces cuando puede surgir una crisis en las redes sociales que luego puede magnificarse. Es precisamente por ello importante mantener un monitoreo constante de estos canales a fin de reaccionar de la forma más adecuada para poder tener algún control de la comunicación.

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de renegado.tv


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