Sendero del Oso: Movimiento Ciudadano, el partido bisagra

Por Said Flores Alonso

@saidfa_

Movimiento Ciudadano, el partido bisagra

Las elecciones de este 2021 cobraron factura en lo local a Morena, pero en el ámbito federal, aunque la marea guinda se acentuó, el retroceso en el número de curules es menor al observado en sexenios pasados.

Aunque el Presidente no estuvo en la boleta, el partido que lo llevó al triunfo en el 2018 ratificó su hegemonía en el ámbito federal y en algunas entidades federativas, pese a que no logró la mayoría calificada: dos terceras partes del Congreso, asunto de interés en la agenda nacional.

El discurso de este tipo de mayoría deviene de las elecciones de 2018, cuando Andrés Manuel López Obrador mencionó que no haría reformas constitucionales durante los primeros tres años de su gobierno, aunque tampoco dijo que las haría en los últimos tres.

Se trata de una narrativa construida por sus adeptos que ven como único mecanismo para mitigar el acotado margen de maniobra que tienen para dar marcha atrás al régimen neoliberal, pero también es instrumento de los opositores que se mantienen en la lógica del discurso del autoritarismo.

Este cuento de la Mayoría Calificada sólo la puede creer el afiliado, pues hay motivos de sobra para pensar que el último trienio del Presidente se sostendrá en alianzas que se encaminaron mucho antes de que el Proceso Electoral de este año arrancara, y en estas no se contempló el carro completo.

No hay que perder de vista que las reformas constitucionales no sólo requieren de las dos terceras partes de los votos en la Cámara de Diputados, también se requiere de la misma condición en el Senado y la mayoría de los congresos locales (50 más uno) regularmente bajo el control de los gobernadores.

Las 15 entidades federativas disputadas y la actual composición del Senado son dos factores importantes que inevitablemente hubieran sido un obstáculo para Morena, incluso si hubiera ganado con sus aliados el 66% de los curules en el Congreso.

Para entender la ruta política de las negociaciones y posibles alianzas de los próximos tres años, se debe tomar nota del perfil de los 32 gobernadores, los cacicazgos locales en cada entidad y, claro está, una revisión de la composición del Senado, en dónde a todas luces el partido que podría acercar a Morena a la mayoría calificada es Movimiento Ciudadano.

Es sintomático que el partido de Dante Delgado se haya aventurado solo en esta elección, además de un coqueteo político en el Legislativo en el último año. Precisamente ese casi 6% que le falta en el Senado a Morena lo tiene MC. De concretarse una alianza de facto, en el Congreso se verificaría un faltante de aproximadamente 30 votos para la tan anhelada mayoría calificada.

El análisis de la política bajo la lógica del sistema de partidos nos dice que MC será el partido bisagra, ¿estará Dante proyectándose como el Manlio Fabio Beltrones de los sexenios panistas?

Sin embargo, la lógica del Presidente es la del control del Presupuesto de Egresos, la consolidación de fuerzas vivas territoriales a través de alianzas con personajes clave de diferentes sectores populares y de la recentralización del Ejecutivo que en los últimos sexenios se fue fragmentando a través de órganos reguladores de los sectores productivos. En esta administración, el sistema de partidos políticos se ha desdibujado en demasía. Habría que preguntarse si es un fenómeno derivado de la naturaleza política del Presidente o, quizá, por decisión de los mexicanos. Aun así, habrá que mantener la mirada fija en los movimientos naranjas.


Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de renegado.tv


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