Lynn se caracterizaba por su estilo único e irreverente. Su voz profunda y su gran conocimiento musical la convertían en una figura irremplazable en la radio. Sus programas eran una mezcla perfecta de música rock, entrevistas a artistas y comentarios ingeniosos que cautivaban a la audiencia, siempre estuvo dispuesta a apoyar a las bandas locales. Además hizo época con aquel programa llamado Salsabadeando.

De 1989 a 1992 produjo y condujo Descelofaneando, en donde hablaba de los lanzamientos de discos más recientes del momento. Cómo olvidar su entrevista con la legendaria afuera del teatro Metroólitan con "Los Héroes del Silencio" o la transmisión en vivo del concierto de "Metallica" en el estadio Azteca. Tras su salida de Rock 101 trabajó como directora de programación y noticieros de MTV Latinoamérica, en Miami, de 1994 a 1999. En esa misma época le entró a una de sus facetas más relevantes en el séptimo arte. Después su experiencia en el corto Saturday Night Thief –donde recibió créditos como asesora musical–, en el 2000 trabajó como supervisora musical en Amores Perros de Alejandro González Iñárritu y partir de ahí, surgió una colaboración importante entre Lynn e Iñárritu, pues se encargó de gestionar todos los elementos musicales y sonoros de varias películas del cineasta mexicano, como 21 Gramos, Babel, Biutiful, Birdman or (The Unexpected Virtue of Ignorance), The Revenant y BARDO, falsa crónica de unas cuantas verdades.

Su legado

Tras su partida, Lynn deja un legado imborrable en Rock 101. Su pasión por la música, su profesionalismo y su entrega inspiraron a una generación de oyentes y locutores. Su voz seguirá resonando en los corazones de todos aquellos que tuvieron la fortuna de escucharla.