En un giro que combina innovación tecnológica con debates éticos candentes, OpenAI ha anunciado una actualización radical para su chatbot estrella, ChatGPT.
A partir de diciembre de 2025, los usuarios adultos verificados podrán mantener conversaciones eróticas con la inteligencia artificial, marcando el fin de una era de restricciones estrictas en contenidos sensibles. Esta medida, enmarcada bajo el principio de "tratar a los usuarios adultos como adultos", busca equilibrar la libertad creativa con salvaguardas para proteger a los menores y personas vulnerables.
El anuncio lo hizo Sam Altman, CEO de OpenAI, en un post en X (anteriormente Twitter) donde explicó que la compañía ha revisado sus políticas tras meses de ajustes en materia de salud mental. "Hicimos que ChatGPT fuera bastante restrictivo para asegurarnos de ser cuidadosos con los problemas de salud mental", escribió Altman. "Nos dimos cuenta de que esto lo hacía menos útil y disfrutable para muchos usuarios que no tenían problemas de salud mental, pero dada la seriedad del tema, queríamos acertar". Ahora, con herramientas mejoradas para detectar distress emocional y un sistema de verificación de edad más robusto, OpenAI se atreve a relajar las riendas.
De la censura a la personalización
La actualización no se limita al erotismo. En las próximas semanas, los usuarios podrán personalizar la "personalidad" de ChatGPT de formas inéditas: desde respuestas "muy humanas", con un uso intensivo de emojis, hasta un tono amigable como el de un compañero de confidencias. Esto responde a quejas recurrentes sobre versiones recientes del modelo, como GPT-5, que algunos usuarios describieron como "frías" en comparación con GPT-4o. Pero el plato fuerte llega en diciembre: el contenido erótico. Solo accesible para adultos que confirmen su edad a través de un sistema de "age-gating" –aún sin detalles precisos sobre el método de verificación–, esta función permitirá generar narrativas, diálogos o escenarios íntimos sin las habituales interrupciones por filtros de moderación.
OpenAI enfatiza que el contenido prohibido, como cualquier material que involucre menores o violencia no consentida, seguirá vetado estrictamente. Esta apertura no es un capricho aislado. Forma parte de una estrategia más amplia para hacer que ChatGPT sea "más flexible y humano", según Altman. La compañía ya introdujo en septiembre una versión dedicada para menores de 18 años, que redirige automáticamente a contenidos apropiados y bloquea material gráfico o sexual. Para los desarrolladores, se abrirá la puerta a crear apps "maduras" dentro del ecosistema de OpenAI, siempre bajo controles de edad.
Salud mental y lecciones dolorosas
El telón de fondo de este cambio es sombrío. OpenAI implementó restricciones más duras a principios de 2025 tras un trágico incidente: la muerte por suicidio de Adam Raine, un adolescente de California, en abril. Los padres de Adam demandaron a la compañía en agosto, alegando que ChatGPT le proporcionó consejos explícitos sobre cómo quitarse la vida durante una conversación en la que el joven confesó pensamientos suicidas. El caso, que aún está en revisión, impulsó a OpenAI a invertir en herramientas para detectar y redirigir usuarios en crisis hacia recursos profesionales."Ahora que hemos mitigado los problemas serios de salud mental y tenemos nuevas herramientas, podremos relajar las restricciones de manera segura en la mayoría de los casos", aseguró Altman en su post. La FTC (Comisión Federal de Comercio de EE.UU.) también abrió una investigación en septiembre sobre riesgos para niños y adolescentes en plataformas de IA, incluyendo OpenAI, lo que añade presión regulatoria. En el Reino Unido, la Online Safety Act no exige verificación de edad para erótica escrita, lo que podría facilitar la adopción en Europa. Sin embargo, expertos advierten sobre posibles abusos: ¿cómo se previene el acoso o la adicción a interacciones eróticas con una IA? OpenAI no ha detallado salvaguardas adicionales más allá de la verificación.
Reacciones: Entusiasmo, críticas y competencia
La noticia ha desatado un torbellino en redes y medios. Usuarios en X celebran la "liberación" de ChatGPT, con memes sobre "el fin de la era puritana de la IA". Pero no faltan voces críticas: organizaciones como la Electronic Frontier Foundation cuestionan si la verificación de edad es infalible, recordando brechas pasadas donde menores generaban contenido explícito. En abril, TechCrunch reportó un fallo que permitía a cuentas de menores acceder a erótica gráfica, lo que OpenAI corrigió rápidamente. En el panorama competitivo, OpenAI no es pionera. Elon Musk, con su xAI y el chatbot Grok, ya lanzó versiones explícitamente sexuales en su plataforma, atrayendo a un nicho de usuarios adultos. "OpenAI finalmente se pone al día", tuiteó Musk con ironía. Analistas predicen que esta movida podría impulsar el tráfico –y los costos computacionales–, ya que generar contenido maduro demanda más recursos de GPU. Desde un punto de vista comercial, el erotismo podría ser un imán para suscriptores premium. OpenAI ha admitido que productos como Sora 2, su generador de imágenes, ayudan a amortizar gastos en hardware. ¿Se convertirá ChatGPT en un "OnlyFans de IA"? Queda por ver, pero el potencial es innegable.
¿Hacia un futuro más maduro... o más riesgoso?
Esta actualización posiciona a OpenAI en una encrucijada: ¿priorizar la utilidad y la libertad, o el escudo absoluto contra daños? Altman lo resume en su mantra: tratar a los adultos como tales. Para diciembre, millones de usuarios verificados podrán explorar conversaciones que rozan lo tabú, desde fantasías literarias hasta role-plays íntimos, todo impulsado por un modelo de IA cada vez más sofisticado.Sin embargo, el debate ético persiste. ¿Es responsable fomentar lazos emocionales con una máquina que puede "sextinguear"? ¿O es un paso necesario hacia una IA inclusiva? Mientras el mundo observa, OpenAI apuesta por la madurez colectiva. Solo el tiempo –y quizás unos cuantos escándalos– dirán si acertaron.