Por Vicente Gutiérrez
Delia, la nana de Paulina y sus hermanos se está muriendo de cáncer y pide a sus “niños” que vayan a la antigua casa de la familia por un tesoro escondido tras las paredes, entonces, los de La Mora se convertirán en el comando de la risa para una misión disparatada y pretenciosa.
El creador, director y productor de La Casa de las Flores ha dicho que la película de su afamada serie es un regalo para los fans. No Manolo, te digo: Deja de exprimir a la gallina de los huevos de oro ¡Detente!, estás acabando con un buen producto que terminó en la primer temporada con Verónica Castro.
Lo confieso, no soy fan. Vi la primera temporada y me gustó, pero la película ya es un exceso con chistes de pastelazo, personajes de caricatura y una historia absurda que juega entre el presente y pasado de la familia sin llegar a nada.
La incursión a la “James Bond” de la familia de La Mora es lo más ridículo que he visto en años revelando el agotamiento del director; así como el de su personaje estrella, Paulina, fue bueno, sin duda, pero hay que dejarlo ir. Ya no da risa.
Los demás: Aislinn Derbez, Dario Yazbek y Juan Pablo Medina hacen su trabajo pero se ven cansados y aburridos.
En éste circo aparece el comediante de moda Paco de Miguel con un papel francamente innecesario que demuestra las limitaciones actorales del youtuber y de varios personajes que crecieron en la película pero que no aportan nada.
Por ahí aparece Ximena Sariñana, Christian Chávez y Tessa Ia que lo hacen bien dentro de una boda, claro, judía, para que sea muy curioso goey…no lo es.
Angélica María resalta como la villana de la historia pero realmente no tenemos la menor idea de sus intenciones y origen de su maldad… pero no importa dentro de un guión disparatado de pies a cabeza con travestis incluidos: La Trevi, La Amanda y compañía para hacerlo LGBT-friendly con confeti y música ochentera.
En la película hay un acto homofóbico donde golpean al personaje de Christian Chávez o los maullidos de Sariñana en el escenario, no me creen, véanla, pero yo, si la hubiera estrenado en cines, me salgo a los 10 minutos.
He leído que mucha gente dice que ha llorado cuando ve La Casa de las Flores… ¡Yo también! pero por lo mala que es.
Por supuesto que no entendí muchas cosas de La Casa de las Flores, La película, porque no soy fan, pero a Manolo Caro no le importa el público, solo la legión que lo adora y le perdona todo.
La Casa de las Flores es un producto mediocre y aburrido que Netflix y Manolo siguen estirando y que espero no acabe como La risa en vacaciones.
La película termina con una frase: “Al final, todo va a estar bien y si no está bien es porque no es el final”, sí, Manolo Caro, por cierto, un buen director, seguirá explotando una gran idea que se agotó y debe dejar ir por el bien de él, sus fans y público que hemos disfrutado algunas de sus películas.
Ahora sí, vengan las mentadas.