Y creo también que si algún día nos encontramos con seres de otro planeta, nos vamos a poder comunicar solamente de dos formas, únicamente dos tipos de lenguaje universal: las matemáticas y la música.
Una vez más, personalmente yo preferiría usar el recurso musical, y al querer comunicarme de esta manera, les mostraría a nuestros visitantes que somos una raza pacifica, creo que nadie que te muestre a Bach o a Mozart querría causar problemas, y con ánimo de no crear un conflicto intergaláctico, evitaría a toda costa ponerles a Maná o Arjona, no vaya a ser que lo tomen como una fuerte agresión y falta de respeto.
La pregunta sería ahora: ¿Y si mandamos un disco de los greatest hits de nuestro planeta para que alguien los escuche? Sería perfecto, pero ¿Bajo qué criterio escogeríamos esos temas?, o mejor aun: ¿A quién seleccionamos para que escoja esos temas por todos nosotros?
Queda claro que no me escogerían a mi, ni a ningún otro mexicano, por más melómanos que seamos. Y quizás sea lo mejor, porque a decir verdad y con todo respeto para Lara, Jose Alfredo y Juan Gabriel, si este importante proyecto dependiera de algún compatriota, es muy posible que el sentido común pudiera traicionarlo y en una de esas poner a Timbiriche o a Luis Miguel, y Dios no lo quiera.
Para bien o para mal esta misión le fue asignada al maestro Carl Sagan, él y otros científicos grabaron en un disco: imágenes, datos, sonidos de atmósferas terrestres, saludos en 55 lenguas diferentes, un discurso del presidente Jimmy Carter y 90 minutos de ecléctica música, y lo colocaron todo, con su respectivo instructivo de uso, en el Voyager; una nave que salió de este planeta en Agosto de 1977. Este viajero ha estado mandando desde entonces miles de fotografías de su viaje por el espacio, que era uno de los propósitos para los que fue construido, otro es el de que en algún momento, dentro de los próximos 40 mil años, qué es lo que va a tardar en llegar a la estrella mas cercana, alguien o algo, lo encuentre y lo vea, como quien rescata del mar galáctico una botella con un mensaje lanzado de algún lugar muy, muy lejano.
El Voyager lleva como pila una pequeña cantidad de Uranio 2-38, un elemento tan potente, que tiene un estimado de vida de 4.51 billones de años. La nave viaja a unas
Aquí, la lista de los grandes éxitos: el Top 27 de nuestro planeta:
Carl Sagan quería incluir el tema “Here Comes The Sun” de los Beatles, ellos estaban de acuerdo, pero su disquera EMI no, y no pudieron incluirla. Me pregunto: ¿Si Sagan lo hubiera hecho de cualquier manera, la compañía hubiera demandado al ciudadano Xenú, gobernador de la confederación galáctica por haber escuchado su canción sin pagar derechos? No lo creo.
Otro asunto curioso es que muchos votaron por incluir el emblemático tema de los Stones: (I can´t get no) Satisfaction, pero no ganaron.
Una vez, en un episodio de Saturday Night Live, Steve Martin hizo un chiste diciendo que los extraterrestres encontraron el disco, y nos mandaron un mensaje de vuelta: “Envíen más de su Chuck Berry”.
El Critico Canadiense Darren Wershler-Henry, criticó a Sagan y a todos los que seleccionaron los temas, diciendo que si por el fuera, removía el concierto de Brandemburgo y en su lugar pondría una copia completita de “The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars”, la obra de David Bowie, por ser mas ad-hoc al discurso interplanetario. En este tenor, resultaría simpático preguntarle a cada persona que conocemos: ¿qué mensaje musical enviaría al espacio?, no hay duda de que pasaríamos un rato muy ameno.
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