Berghain: Rosalía y Björk conviertiendo el desamor en una catedral de luz

En un regreso que redefine los límites del pop contemporáneo, Rosalía ha presentado 'Berghain', el sencillo de presentación de su álbum LUX (lanzamiento el 7 de noviembre vía Columbia Records). El nuevo tema —con colaboraciones de Björk y el experimental Yves Tumor— ha irrumpido como un torbellino orquestal, fusionando alemán, español e inglés en una pieza lírica que evoca caos y trascendencia.

Inmediatamente 'Berghain' se coronó como la canción más escuchada en Spotify México, donde el tema suma más de 924.000 streams en su segundo día, Globalmente, el ascenso es meteórico: del puesto 83 al 7 en el chart de Spotify, un logro que arrastra a Björk e Yves Tumor a la cima, de la mano de esta nueva diva.

El video ha explotado en YouTube. En menos de 24 horas tras su estreno el 27 de octubre, superó los 9 millones de vistas reportados a fecha de hoy.

Te recomendamos: Las 5 mejores cantantes femeninas de rock en México

La narrativa surreal —Rosalía seguida por una orquesta en escenas cotidianas que mutan en místicas— ha generado debates en Reddit y TikTok, con referencias a 'Blancanieves', Da Vinci y pensamientos intrusivos que amplifican su viralidad. 'Berghain' no es será sólo un hit; es un manifiesto. Inspirado en el legendario club berlinés —templo del techno desde 2004, símbolo de hedonismo y exclusividad—, el tema transforma su aura caótica en una ceremonia espiritual de amor, miedo y divinidad. Dirigido por el colaborador habitual de Rosalía, Nicolás Méndez, y filmado en Varsovia, Polonia. Este trabajo visual, de estética surrealista y cargado de simbolismo, no solo acompaña la canción sino que profundiza en sus temas de pérdida, transformación emocional y trascendencia espiritual, fusionando lo mundano con lo místico en un arco narrativo que evoca un ritual catártico. 

El video se divide en secuencias que siguen a Rosalía en rutinas diarias invadidas por una orquesta completa (la London Symphony Orchestra, vestida de negro), simbolizando cómo el peso emocional —como el duelo o la introspección— impregna cada aspecto de la vida. Comienza con escenas íntimas y opresivas: Rosalía plancha ropa mientras vientos y cuerdas la rodean en su hogar, evocando una vorágine interna que no puede ignorar. Esta orquesta omnipresente representa el "ruido" del corazón roto o la mente atormentada, un elemento orquestal que Björk toma en la segunda mitad de la canción con su voz etérea, aportando un matiz de sabiduría ancestral y alivio.

A medida que avanza, Rosalía sale a la calle con gafas de sol y atuendo gris, seguida por los músicos hasta una consulta médica donde se le realiza un electrocardiograma. Esta escena alude directamente al tema central de la canción —el "corazón pesado" (como en las letras en alemán: "Deshalb ist mein Herz so schwer")—, interpretado como una metáfora de la carga emocional del amor no correspondido o la mortalidad. Referencias al Sagrado Corazón (un ícono católico de sufrimiento y redención) aparecen sutilmente, como joyas en forma de corazón o pulsos en la pantalla, reforzando la idea de que el dolor es un rito de purificación, típico de la iconografía ibérica donde belleza y sufrimiento se entrelazan.

El clímax introduce un giro fantástico: Rosalía regresa a casa y se transforma en una figura de cuento de hadas, reminiscent de Blancanieves, rodeada de animales del bosque (ciervos, mapaches, lechuzas). Aquí, Björk emerge como una "lechuza sabia" en la penumbra —un símbolo de intuición y misterio islandés—, guiando a Rosalía hacia una fantasía oscura que contrasta con la realidad gris anterior. Yves Tumor cierra con percusión intensa, añadiendo un pulso caótico que evoca el club Berghain de Berlín (el título de la canción), un espacio de liberación hedonista y transgresora. Esta transición de lo opresivo a lo liberador interpreta el video como un viaje de sanación: el celibato o la virginidad infantil (simbolizados por la inocencia de Blancanieves) como escape temporal del deseo, culminando en pijamas brillantes que representan la "lux" (luz) de la trascendencia.

En el contexto de LUX —descrito como un "arco emocional de mística femenina, transformación y trascendencia"—, el video posiciona a Rosalía como conductora de su propio mundo, pasando del "motor" urbano de Motomami (2022) a una "catedral" de ruido, devoción y disciplina. La imaginería católica (corazones sagrados, rituales) no es conservadora, sino elevadora: trata el pop como arte sacro, al estilo de Björk en Homogenic o FKA twigs en MAGDALENE, donde el deseo y el culto se funden. Lingüísticamente, el multilingüismo (alemán, español, inglés) refleja la fusión cultural de las artistas, con el alemán aportando un tono operístico y gótico que intensifica el tema de la muerte y el renacimiento emocional.

Rosalía y Björk han colaborado en dos ocasiones hasta la fecha (octubre de 2025). La primera fue en 2023 con el sencillo "Oral", un tema con un mensaje ambientalista contra la acuicultura en jaulas abiertas en Islandia, acompañado de un videoclip dirigido por Carlota Guerrero que enfatiza la conexión entre humanidad y naturaleza. Esta colaboración surgió cuando Björk "actualizó" una canción inédita de hace más de 20 años, invitando a Rosalía para infundirle un toque contemporáneo y comprometido.

En resumen, "Berghain" no es solo un video; es un performance art que invita a ver el heartbreak como ceremonia sagrada, donde la colaboración con Björk añade capas de espiritualidad nórdica a la intensidad flamenca de Rosalía. Es un preludio audaz a LUX, prometiendo un álbum que consagra el pop en algo monumental y luminoso.


Leído 231