El primer concierto de The Beatles en América y el inicio de la Beatlemanía

El 11 de febrero de 1964, The Beatles dieron su primer concierto en suelo estadounidense en el Washington Coliseum, un hito que marcó el inicio de la Beatlemanía en América y consolidó su ascenso como fenómeno global. Este evento, que tuvo lugar apenas dos días después de su histórica aparición en The Ed Sullivan Show, no solo fue un espectáculo musical, sino un momento cultural que desató una euforia sin precedentes.

Lugar

Washington Coliseum, Washington D.C. (también conocido como Uline Arena en ese momento). Este recinto, originalmente diseñado para eventos deportivos como boxeo, tenía un escenario central tipo ring, rodeado por el público, lo que dio un carácter único al espectáculo.

Aproximadamente 8,092 fans, en su mayoría mujeres adolescentes, llenaron el lugar, generando un ambiente de histeria colectiva. Más de 350 policías fueron desplegados para mantener el control ante la fervorosa multitud.

Las entradas costaron entre 2 y 4 dólares, un precio accesible para la época, lo que permitió una gran afluencia de público. Curiosamente, el empresario Harry Lynn, propietario del Coliseum, desconocía a The Beatles antes del evento, pero los beneficios le permitieron comprarle un Lincoln Continental convertible a su esposa.



Lista de canciones: El concierto duró poco menos de 40 minutos y contó con un repertorio de 12 canciones, diseñadas para mantener la energía alta y aprovechar los éxitos del momento:

  1. Roll Over Beethoven (Interpretada por George Harrison)

  2. From Me To You

  3. I Saw Her Standing There

  4. This Boy

  5. All My Loving

  6. I Wanna Be Your Man (Interpretada por Ringo Starr con deficiencias en el micrófono)

  7. Please Please Me

  8. Till There Was You

  9. She Loves You

  10. I Want To Hold Your Hand

  11. Twist And Shout

  12. Long Tall Sally

El concierto en el Washington Coliseum fue una explosión de energía y caos, un reflejo perfecto de la Beatlemanía en su apogeo. Desde el momento en que John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr subieron al escenario, el público desató un frenesí de gritos, llantos y desmayos que definió la experiencia. Las fans, en su mayoría chicas adolescentes, lanzaban gomitas de dulce al escenario (inspiradas por el gusto declarado de George Harrison por estos dulces), pero las versiones americanas eran más duras que las británicas, convirtiéndose en proyectiles que incluso golpeaban los platillos de Ringo y representaban un riesgo para la banda. Harrison comentó después: “Era peligroso, porque si una gominola que viaja a 60 kilómetros por hora te golpea en el ojo, estás acabado.”

El escenario, un cuadrilátero de boxeo sin cuerdas, estaba situado en el centro del Coliseum, lo que obligaba a los Beatles a rotar el escenario periódicamente para que los cuatro diferentes lados del público pudieran verlos de frente. Mal Evans, su asistente, giraba manualmente la plataforma de la batería de Ringo después de ciertas canciones (tras “I Wanna Be Your Man” y “She Loves You”), lo que añadía un toque improvisado al espectáculo. La intensidad del concierto fue tal que canciones como “I Saw Her Standing There” y “She Loves You” provocaban picos de euforia, mientras que baladas como “This Boy” ofrecían breves momentos de calma, aunque el público apenas dejaba de gritar para escuchar. La atención que tuvo la banda girando rudimentariamente su equipo hacia los cuatro lados del escenario para que los fans pudieran verlos de frente, fue retomado por la mayoría de las bandas del mundo que continúan haciéndolo hoy en día como Peter Gabriel y Metallica.

La grabación del concierto, realizada por CBS, fue un logro técnico para la época, capturada en blanco y negro y proyectada en cines de EE. UU. los días 14 y 15 de marzo de 1964. Extractos de esta filmación se incluyeron más tarde en The Beatles Anthology y el DVD The First U.S. Visit, inmortalizando momentos icónicos como los tres Beatles cantando “This Boy” alrededor de un solo micrófono.

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Tormenta de nieve y viaje en tren

Una tormenta de nieve bloqueó los vuelos en la Costa Este, por lo que los Beatles viajaron desde Nueva York a Washington en un vagón especial de la línea Pennsylvania Railroad Express, llamado “The Congressman”. A su llegada a la Union Station, fueron recibidos por 2,000 fans desafiando la nieve.

Gominolas asesinas

Las fans americanas, al saber que a George Harrison le gustaban las gominolas, las lanzaron al escenario en masa. Sin embargo, estas eran más duras que las británicas, lo que las convirtió en un peligro. Además, el escenario fue bombardeado con palomitas, bombillas de cámaras e incluso rulos de pelo.

Presencia notable

Entre los asistentes estaba un joven Al Gore, futuro vicepresidente de EE. UU., quien años después recordó que la acústica era tan mala que apenas se entendían las letras debido al griterío.

Recepción en la embajada británica

Tras el concierto, los Beatles asistieron a una recepción en la embajada británica, ofrecida por Lady Ormsby-Gore, un evento que contrastó con la energía del concierto y mostró su creciente estatus cultural.

Primera emisora en EEUU

Antes del concierto, los Beatles visitaron la estación de radio WWDC, la primera en EE. UU. en emitir una de sus canciones, donde fueron entrevistados por el DJ Carroll James.

Deficiencias Técnicas

En 1964, la tecnología de sonido y luces para conciertos en vivo era rudimentaria, especialmente para un evento de la magnitud del Washington Coliseum, y las condiciones del lugar no ayudaron:

Sonido

Los Beatles usaban amplificadores Vox de 30 vatios, insuficientes para competir con los gritos de 8,000 fans, que algunos estiman alcanzaron los 131 decibelios, más que el despegue de un avión Jumbo. El sistema de megafonía del Coliseum era inadecuado, con altavoces que apenas amplificaban las voces, dejando la batería, bajo y guitarras prácticamente inaudibles. La acústica del recinto, diseñado para boxeo y no para música, era deficiente, y el escenario central dificultaba la proyección del sonido. Además, el micrófono de George Harrison falló durante “Roll Over Beethoven”, la primera canción, lo que obligó a ajustes improvisados.

Iluminación

Las luces del Washington Coliseum no estaban diseñadas para un concierto de rock. La iluminación era básica, probablemente focos genéricos de estadio, sin la capacidad de crear atmósferas o destacar a los músicos como en los espectáculos modernos. Esto limitaba la experiencia visual, aunque la energía del público compensaba esta carencia.

Equipo y escenario

El escenario tipo ring, sin cuerdas, era funcional pero precario. La necesidad de girar manualmente la batería de Ringo Starr (montada en una plataforma circular) interrumpía el flujo del concierto. Además, el equipo de sonido no estaba preparado para un público tan grande, y no había monitores de escenario, por lo que los Beatles apenas podían escucharse entre sí, lo que afectaba la precisión musical.

Limitaciones de la época

A diferencia de bandas como The Who, que usaban amplificadores Marshall más potentes, los Beatles estaban ligados a Vox, que priorizaba equipos compactos y asequibles sobre la potencia. No fue hasta años después, con eventos como Woodstock, que los sistemas de sonido para estadios evolucionaron gracias a técnicos como Bill Hanley.

El concierto de The Beatles en el Washington Coliseum fue un evento trascendental que encapsuló la locura de la Beatlemanía y marcó un antes y un después en la historia de los conciertos de rock. A pesar de las limitaciones técnicas, como un sonido deficiente y una iluminación básica, la energía cruda de los Fab Four y la pasión desbordada del público crearon un espectáculo inolvidable. Las gominolas voladoras, el escenario giratorio y la recepción en la embajada británica son solo algunas de las anécdotas que hacen de este concierto un icono cultural. Filmado para la posteridad, sigue siendo un testimonio vibrante de cómo cuatro jóvenes de Liverpool conquistaron América en una noche helada de febrero de 1964.


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