La historia de amor entre Emmanuel Macron, presidente de Francia, y Brigitte Macron, su esposa y exprofesora, es una de las más fascinantes y controvertidas del panorama político internacional. Con una diferencia de edad de 24 años, un romance que comenzó en un aula de teatro y un camino lleno de obstáculos, su relación ha desafiado prejuicios, escándalos y críticas, consolidándose como un símbolo de resiliencia y complicidad.
El encuentro
Corría el año de 1992 en el colegio jesuita La Providence, en Amiens, Francia, cuando Emmanuel Macron, un brillante estudiante de 15 años, conoció a Brigitte Trogneux, su profesora de teatro de 39 años. Ella, casada con el banquero André-Louis Auzière y madre de tres hijos —Sébastien, Laurence y Tiphaine—, pertenecía a una respetada familia burguesa, dueña de una conocida chocolatería. Él, un adolescente apasionado por la literatura y el teatro, destacó rápidamente en el taller teatral que Brigitte dirigía. Juntos trabajaron en la obra El arte de la comedia de Eduardo De Filippo, y lo que comenzó como una conexión intelectual pronto se transformó en algo más profundo.
“Estaba hecha un lío”, confesó Brigitte años después en una entrevista con Paris Match. “Mi padre acababa de morir, y dentro de mí había un huracán”. A pesar de la diferencia de edad y las circunstancias —Brigitte estaba casada y Emmanuel era menor de edad—, el joven Macron se enamoró perdidamente. En 1993, con 16 años, le declaró su amor, prometiendo que regresaría por ella. La relación, inicialmente secreta, no tardó en convertirse en un escándalo en la conservadora sociedad de Amiens.
El escándalo
La noticia de la relación entre la profesora y su alumno desató una tormenta. Los padres de Emmanuel, médicos respetados, se opusieron rotundamente y lo enviaron a París para cursar su último año de secundaria, con la esperanza de alejarlo de Brigitte. “Para mí, un chico tan joven era algo aterrador. Me dije que se enamoraría de alguien de su edad. No sucedió”, relató Brigitte en Paris Match. Mientras tanto, el colegio y las familias de ambos recibieron cartas anónimas denunciando el romance, e incluso hubo actos de hostilidad, como escupitajos en la puerta de la casa de los Macron.
A pesar de las críticas y el ostracismo, Emmanuel y Brigitte mantuvieron el contacto, hablando por teléfono durante horas mientras él estudiaba en París. Brigitte, por su parte, enfrentó un dilema personal: su matrimonio con Auzière se desmoronaba, y sus hijos, especialmente Laurence, compañera de clase de Emmanuel, tuvieron que lidiar con los rumores. “El único obstáculo eran mis hijos. Me tomé el tiempo necesario para no arruinarles la vida”, explicó Brigitte, quien se separó en 1994 y se divorció oficialmente en 2006.
El amor triunfó
En 2007, tras años de lucha y una relación que muchos veían como imposible, Emmanuel y Brigitte se casaron en una ceremonia civil en Le Touquet. Emmanuel, entonces un joven banquero de 29 años, pidió la mano de Brigitte de 44 años, a sus tres hijos, quienes, a pesar de las dificultades iniciales, aceptaron la relación. “Ellos lo aceptaron. El resto es escoria”, dijo Brigitte en una entrevista con Vanity Fair. Desde entonces, la pareja ha demostrado una complicidad inquebrantable, con Brigitte desempeñando un papel clave en la carrera política de Emmanuel, revisando sus discursos y gestionando su agenda.
La diferencia de edad —Brigitte tiene ahora 72 años y Emmanuel 47— y las circunstancias de su romance han alimentado tanto críticas como admiración. Mientras algunos los ven como una pareja que desafió las convenciones sociales, otros, especialmente medios prorrusos y de extrema derecha, han utilizado su historia para lanzar campañas de desprestigio, incluyendo rumores sobre la sexualidad de Emmanuel o afirmaciones infundadas sobre Brigitte. A pesar de todo, la pareja ha mantenido una imagen sólida, descrita por Emmanuel en sus memorias Revolución como “un amor a veces clandestino, escondido, incomprensible para muchos antes de imponerse”.
@noticiastelemundo ¿Empujón, cachetada o juego? El presidente de #Francia #EmmanuelMacron y su esposa, Brigitte, protagonizaron un momento inusual a la llegada del mandatario a Hanoi, Vietnam. Las imágenes se hicieron virales de inmediato en las redes sociales. La oficina de prensa del mandatario francés restó importancia al incidente diciendo que fue un “momento de complicidad”. El propio #Macron ? original sound - Noticias Telemundo
El 25 de mayo de 2025, un video captado durante la llegada de los Macron a Hanoi, Vietnam, para una visita oficial, desató una ola de especulaciones. En las imágenes, publicadas por Associated Press, se ve a Emmanuel Macron de perfil junto a la puerta abierta del avión presidencial. De repente, unas manos, identificadas como las de Brigitte, emergen y parecen empujar o golpear su rostro con brusquedad. El presidente, visiblemente sorprendido, se recompone rápidamente, saluda a las cámaras y baja las escaleras, aunque Brigitte rechaza tomar su brazo, un gesto habitual en sus apariciones públicas.
El video se volvió viral, generando titulares sensacionalistas como “¿Bofetada o pelea?” en Le Parisien y alimentando teorías conspirativas en las redes sociales. “Estábamos bromeando, como hacemos a menudo. Me sorprende que esto se convierta en una especie de catástrofe geoplanetaria”, declaró Macron a la prensa, instando a la calma. Una fuente del entorno presidencial describió el momento como “un gesto de complicidad” y una “broma” antes de comenzar la visita oficial.
El día siguiente, durante un evento en una universidad vietnamita, la pareja reapareció unida, tomados del brazo y compartiendo gestos de complicidad, como si quisieran desmentir cualquier rumor de crisis. “Brigitte mantuvo su actitud imperturbable, reflejando su experiencia como docente de teatro”, señaló Infobae, destacando cómo la primera dama maneja las apariciones públicas con maestría.