El nu metal, ese género que explotó a finales de los 90 y principios de los 2000 con bandas como Limp Bizkit, Korn y Linkin Park, es una verdadera mierda, te explico por qué:
Primero, está el tema de la actitud. El nu metal a menudo se vendía con esta vibra de "chico malo" o "rebelde sin causa" que, para algunos, se sentía más como una pose que como algo genuino. Las letras llenas de angustia adolescente y gritos de "¡nadie me entiende!" podían sonar auténticas para un niño de 15 años en 1999, pero con el tiempo, esa intensidad emocional a veces se percibe como exagerada o incluso cursi. Las letras de estas
Luego está la música en sí. El nu metal mezclaba elementos de metal, hip-hop y rock alternativo, pero sin los solos de guitarra virtuosos y los ritmos complejos del metal clásico y los reemplazaba con riffs simples, downtuning exagerado y sin mucho desarrollo melódico o armónico. En muchos casos, un DJ rascando discos que no siempre parecía encajar.
Otro punto es la producción. Muchas bandas de nu metal tenían ese sonido súper pulido, casi plástico, cortesía de productores como Ross Robinson, que buscaban maximizar el impacto en la radio y MTV. Eso podía hacer que las canciones se sintieran más como productos comerciales que como arte crudo, algo que choca con los valores de quienes prefieren géneros más underground o menos procesados.
Y no olvidemos la saturación. En su apogeo, el nu metal estaba POR TODAS PARTES. Cada banda parecía seguir la misma fórmula: vocalista gritón, estética de ropa ancha, y un vídeo con algún almacén abandonado o un mosh pit. Esa falta de originalidad hizo que el género se quemara rápido y dejara un muy mal sabor de boca.
Dicho esto, hay quienes lo defienden. Para algunos, el nu metal fue una puerta de entrada al metal o una banda sonora perfecta para canalizar emociones crudas en una época específica. Pero si lo miras desde fuera es fácil ver por qué es pretencioso o simplemente una mierda.
En su boom, el nu metal se volvió una fábrica de bandas clónicas: misma estética, mismos temas, mismo sonido de guitarra saturada. Esa falta de innovación lo hizo predecible y, para algunos, aburrido de muerte.
Quizás la canción más estúpida de este genero es Freak On A Leash de Korn. Si lo dudan vayan al minuto 2:40 del video para ver/escuchar a Jonathan Davis, parece idiota.