Por Guadalupe Romero
AMLO ¿me quieres confundir?
En la víspera mucho se dijo del contenido del Informe de Gobierno que ayer nos comunicó el presidente Andrés Manuel López Obrador; los siempre contrarios mencionaron que nada nuevo escucharíamos pues todo estaba dicho en sus conferencias matutinas diarias, y los apostadores hablaron, incluso, de otros cambios en el gabinete y el primer círculo de colaboradores del mandatario.
Así que como el resto de mis compañeros periodistas esperé leer en el contenido lo que me toca, de lo que pretendo siempre comunicarles en palabras sencillas y comunes de nosotros, los de a pie, los ciudadanos que vivimos el día a día fuera del Palacio. La sorpresa fue que en los primeros párrafos encontré más de lo que hubiera querido encontrar.
El jefe del Ejecutivo dedicó los primeros siete párrafos, luego de una presentación simple al informe “de cuyo número no quiero acordarme”, al petróleo y las gasolinas, sin que quedara clara su postura. ¿Estamos o no estamos cumpliendo los compromisos internacionales a favor del medio ambiente?
Dijo que con su política “ayudaremos así a reducir el uso excesivo de combustibles fósiles”, pero subrayó que se ofreció la compra de la refinería centenario de Texas, se construye Dos Bocas y se modernizan las seis refinerías existentes, se invierte en todo eso, para producir más gasolina. De verdad: ¿somos o nos hacemos?, y les desmenuzo palabra a palabra de López Obrador el porqué.
El orden de lo dicho
El jefe del Ejecutivo afirmó y aplaudió las medidas que se han tomado para “parar en seco la tendencia privatizadora. Se dejó de entregar concesiones a particulares en minas, agua, hospitales, puertos vías férreas, playas, reclusorios y obras públicas; pero, lo más importante, hemos detenido las privatizaciones en el sector energético, en petróleo y electricidad”.
Quizá el término parar en seco sea temerario pues los que invirtieron, porque se les permitió, aún están reclamando se cumplan los compromisos; eso ¿cuánto costará al erario del país y qué se dejará de hacer para contar con la tecnología e infraestructura que Pemex no ha podido desarrollar y por la que no se han logrado los niveles de producción y exportación que se tienen como meta?
Y aquí solo uno de los ejemplos: Finley Resources Inc., MWS Management Inc., y Prize Permanent Holdings, LLC, presentaron solicitud de arbitraje de inversiones contra México ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI) en Estados Unidos, demandan el incumplimiento de un contrato con Pemex.
La compañías estadunidenses reclaman 150 millones de dólares invocando las violaciones de los tratados comerciales (TLC y el actual conocido como T-MEC) ante el incumplimiento de un contrato proveniente de una licitación de hace una década con la reforma energética relacionada con un proyecto en Veracruz.
Además de los amparos que los privados han conseguido ante la aún inconclusa promulgación de la reforma a la Ley de la industria eléctrica, de la cual también habló López Obrador sin aclarar el estatus real de la iniciativa y su costo.
Sigamos con el petróleo y las gasolinas. Dijo el presidente que su política “busca producir en México las gasolinas que el país consume y dejar de importarlas. Con este fin, se continúan destinando recursos para la modernización de las seis refinerías existentes. En tres años, la inversión pública destinada a las refinerías ha sido de 33 mil 581 millones de pesos”.
Mientras, también por poner un ejemplo, solo en lo que va de año la falta de medicamentos se ha agudizado en todo el país, y el Gobierno federal a través de su recién creado Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) ha dejado de comprar y utilizar casi 963 millones de pesos por declarar desiertas sus licitaciones “directas”. Levantar las obsoletas refinerías dentro y fuera del país se puede, pero aplicar el presupuesto para comprar las medicinas que demanda la población por derecho no se puede, no se sabe o no se quiere.
Con orgullo, ayer se dijo que “al inicio de nuestra administración, las refinerías transformaban 511 mil barriles por día y ahora procesan 706 mil barriles diarios, es decir, 38 por ciento más.
El reinicio de la construcción de la coquizadora de Tula, Hidalgo, es una buena noticia, porque se ampliará la producción de esa refinería en 70 mil barriles diarios de combustibles. En julio del año próximo se terminará también la nueva refinería de Dos Bocas, Paraíso, Tabasco, con capacidad para procesar 340 mil barriles diarios.
De esta última, se sabe que trabajarán a marchas forzadas, y en este caso sí literal contra viento y marea, llueva, truene o relampaguee, y las inundaciones afecten los avances que hasta ahora se reportan en poco más de 30% de la construcción y puesta en operación.
¡Suerte!
Se produce fuera… se importa
López Obrador aprovechó para hablar de su de compra en Texas. Explicó que “durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, en 1993, en vez de hacer aquí una nueva refinería, se optó porque Pemex se asociara con Shell para compartir la refinería Deer Park, de Houston, Texas. Este año se hizo la oferta para comprar la parte de la petrolera extranjera y se cerró la operación con un costo de 596 millones de dólares. Ahora la refinería será propiedad total de Pemex y su producción de gasolinas y diésel y otros combustibles, 150 mil barriles diarios, se destinarán al abasto del mercado interno de nuestro país”.
Pues si, pero se producirá en Texas y por tanto se tiene que importar a México, y pagar los costos de una refinería con más de 100 años que por compromisos internacionales de sustitución de energéticos fósiles Shell estaba obligada a deshacerse de tamaño problema.
Para finalizar, el Presidente asegura que “esta nueva política significa no extraer más petróleo que el indispensable para cubrir la demanda de combustibles del mercado interno. Con esta producción moderada, cumpliremos el compromiso de reponer, como norma, el 100 por ciento de las reservas probadas y ayudaremos así a reducir el uso excesivo de combustibles fósiles. En suma, seguiremos actuando de manera responsable y no se afectará la herencia de las nuevas generaciones”.
De verdad, ya no entendí. Invertimos, porque es nuestro dinero, son nuestros impuestos, en refinerías, en producción de combustibles fósiles pero nos sumamos al compromiso de reducir su uso excesivo… Algo no me cuadra.
Y menos el apunte de cumplir al ciento por ciento con las reservas probadas, ¿para qué queremos reservas probadas si cada vez menos serán demandadas?
Va otro ejemplo, la Comisión Nacional de Hidrocarburos informó que en abril pasado los envíos de crudo al extranjero se ubicaron en 923 mil barriles, frente al millón de barriles enviado en febrero. Y las exportaciones de crudo promediaron 958 mil barriles diarios, por debajo del millón de barriles obtenidos el año pasado. Datos que se han sumado a la baja desde hace más de 18 meses como resultado de la inmovilidad mundial por la pandemia Covid-19 y los compromisos ambientales derivados de los acuerdos de París.
Ningún país tiene en sus planes comprar más petróleo, lo contrario buscan y desarrollan energías alternas. Así que nuestras reservas probadas servirán para todo menos para atraer más ingresos al país.
Remanentes
Los usuarios de la empresa maat.ai, de Alexei Stanislawski, pueden tener la certeza de que su información es manejada de forma responsable y conforme los lineamientos de la autoridad, pues recibió por parte del organismo NYCE, que comanda Carlos Pérez, su primera recertificación en el esquema de Protección de Datos Personales, establecido por la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de Particulares y su Reglamento, validado por el INAI.
Para esta MiPyME enfocada en el rubro de soluciones de identidad digital, mediante la inteligencia artificial, cloud, biometría, criptografía avanzada y servidores de alta seguridad, el proteger la identidad es primordial. Por citar un dato, el 53% de los internautas fueron víctimas de alguna vulneración como fraudes o pérdida de información en los últimos 12 meses, según datos de la Asociación de Internet MX (AIMX) publicados en junio.
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