Conoce: Los 5 trucos más sucios de antros y bares para dejarte sin dinero

Cuando salimos de fiesta sucede algo interesante en nuestro comportamiento, por arte de “magia”, tendemos a ser más permisivos en ciertas cuestiones que, de no estar en modo “hasta que el cuerpo aguante”, no permitiríamos de ninguna manera, ya sea por el influjo directo del alcohol en nuestra percepción o por la presión social del “no quedar mal”, lo cierto es que, en más de una ocasión todos hemos pensado: “no hubiera venido”.

*Te recomendamos esta rola para acompañar tu lectura y entrar en mood:



1. Amabilidad excesiva en todas partes

En un restaurante común, los meseros y el personal general realizan en mayor o menor medida un trabajo normalito dentro de lo esperado, pero, cuando hablamos de un antro o bar la cosa cambia demasiado, ya que, todo el mundo tiende a tratarte como si fueses el nuevo integrante de la monarquía inglesa, a convertirse en “tus mejores amigos”, al grado de ponerse a bailar contigo, esto, más allá de buscar una jugosa propina, es orden directa de los establecimientos para que generes una falsa sensación de seguridad y confianza, es decir, “ni modo que una persona tan agradable me cobre extras o me incite a consumir más”


2. Recomendaciones “inocentes”

Ligado al punto anterior, todos los empleados del local tienen la instrucción de recomendarte algo, ya sea: un caramelo, cigarros, tragos “especiales”, algún snack, lo que sea… el punto de esto es atiborrarte de opciones para que inconscientemente se nuble tu juicio de decisión, a mayor cantidad de  posibilidades nuestro cerebro tiende a volverse apático y se deja llevar por influencias externas, ahí es donde tú mesero te recomendara bebidas específicas, no las más caras pero tampoco las más baratas, serán bebidas que sean vistosas y bonitas, para que al momento de que llegue hasta ti digas: “madre de dios, pero que buena elección hice, sabes que… tráeme dos más y uno para ti ya que estamos de tranquis”.


3. Servicio ultra express

¿Has visto cuan rápido son los mecánicos de un coche fórmula 1?, Bueno, ni el equipo más experimentado se compara a la velocidad con la que te atienden en la fiesta, ¿Lo has notado?, Tu vaso está a dos tragos de quedarse vacío y ¡EPA!, ya tenés al camarero rellenándolo en caso que tengas una botella o retirándolo preguntándote ¿Otro igual?, Desde luego esa actitud no es para agilizar la operación del local, sino, para que tú consumo sea desmedido, ya que, te alcoholizas en menos tiempo, no piensas correctamente y dialogas: “¿Pero si la fiesta apenas comienza y ya no hay chupe?, venga la que sigue”, mientras dentro de ti el alcohol comienza a gestar dentro de ti ese gancho silencioso que te va a mandar a la lona sí o sí. 


4. Sin carta a la vista

“ojos que no ven, corazón que no siente” o en este caso la cartera, dime tú… ¿Qué suena más bonito?: “Tráeme dos palomas más” o “Gastaré 300 pesos más”, porque para pedir cosas unitarias nuestro razonamiento es muy bueno, ya que “uno más” es solo eso, un "1", ahí radica la sensación de poder seguir con el gasto ilimitado, si a eso le sumamos que dicha situación se presta a meter cargos extras o elevar los precios (según la malicia de tú mesero), ahí lo tienes, porque “uno no es ninguno”.


5. Personas pagadas

¿Alguna vez has tenido la sensación de que a los lugares dónde vas, suele haber personas agraciadas físicamente?, Y no… no dudamos de tu capacidad de ligue o de tu look, sino que, los locales suelen “rentar” personas que estén presentes en el sitio demostrando lo increíble que se lo pasan y por ahí exhibiendo sus atributos más encantadores, sí… sabemos que suena como una teoría de conspiración al estilo de la tierra es plana, pero… imagina que algún empleado se te acerca y te dice al oído: “oye, veo que la miras mucho… ¿Por qué no le invitas un trago?, Se ve que te tiene ganas” y ¡ala!, ahí te das cuenta de que ya perdiste, porque esas personas “rentadas” no solo están ahí para que el lugar parezca el mejor del mundo, sino, para que inviertas en él o en ella, el hasta donde puede escalar la situación (compañía, baile, besos o sexo), dependerá de la persona rentada y del local mismo, pero cuando menos, una ronda de tragos si que son capaces de sacarte.

A qué después de esto vas con todas las dudas del mundo a tu siguiente peda o tal vez no, porque así funcionamos, ya da igual que te digan cien veces que te vas a golpear, hasta que no te golpeas, no paras…

Sin más te dejamos acá una nota recomendada para que sigas practicando el excelente hábito de la lectura: "Cerveza de la guarda: no nos faltes ni de noche, ni de día", vamos, dale click, que sabemos que te enganchas sabroso con todo lo que publicamos ;)

Y de paso te preguntamos, ¿Qué otros trucos has visto en los antros y bares?, ¿Te arrepientes de haber asistido a alguno y cuál fue?, ¿La culpa es de los administradores o de los consumidores ingenuos?

JR Brindiz

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