El narcotráfico como cualquier industria

Por @vicentegtz

Una sudadera con un estampado de cuatro cabezas mutiladas en alusión a las ejecuciones de los narcos en las calles bajo la leyenda “Corpses”, el narcotráfico como cualquier industria, provocó muchas criticas en redes sociales y el sitio  industrial mx tuvo que dejar de venderla, el precio era de 1,100 pesos.

Los creadores se defendieron diciendo que es un perfomance “en el que la ropa impacta en la sensación corpórea de las personas al aproximar simbólicamente un cuerpo mutilado al suyo para detonar puntos de exploración sensorial y reflexiva que surjan de las experiencias que cada persona tiene respecto a este problema social”. 

Pero finalmente, ante las criticas, retiraron la prenda y mandaron un comunicado: 

“Nunca plateamos que estas piezas exploraran la “estética de la violencia”, de hecho, hemos explicado el vínculo directo de esta ropa con la violencia que el estado mexicano desató a partir del sexenio de Felipe Calderón, por lo cual, el país entró en un proceso de extrema violencia”.

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La Narco Cultura se apoderó de todo

Pero el fenómeno no es nuevo, desde el 2010, la narco cultura  ya había secuestrado  todo: cine, obras de teatro, instalaciones, música, novelas, artes plásticas y series de televisión se inspiran en el narcotráfico y la violencia en México para crear obra y múltiples objetos.

Por ejemplo, hace unos meses, en Guadalajara se lanzó la marca “El Chapo 701” con  gorras, playera y distintos artículos con  el número 701 por el número que ocupó el narcotraficante en Forbes como una de las personas más ricas del mundo.

El aumento de la violencia en México permeó en todo, después de que el gobierno federal declaró la guerra al narcotráfico en 2010.

Aquí, algunos ejemplos:

En la  53 Bienal de Venecia, la artista Teresa Margolles presentó instalaciones sobre el narco con una habitación empapada con sangre, residuos de distintos asesinatos y joyas hechas con desechos de la guerra del narcotráfico.

El curador de arte Cuauhtémoc Medina me contó en su momento que había joyas hechas con fragmentos de parabrisas, aforismos asesinos bordados en oro sobre sangre, sonidos grabados en los paisajes de la muerte, todos ellos convergen para producir un espacio de reflexión, amenaza corporal y ansiedad La  artista plástica Marisa Polin intervino una foto de Diego Fernández de Cevallos con los ojos vendados, aunque es la pieza más inocente de la exposición ante los ejecutados, decapitados, torturados y secuestrados que aparecen en sus dibujos y pinturas que levantaron mucho ruido.

El Infierno, película de Luis Estrada que recaudó 83 millones 82 mil 542 pesos para colocarse como la segunda cinta más taquillera del cine mexicano en el 2010 y vinieron muchas más como La Libertad del Diablo de mi amigo Everardo González. Un documental psicológico que explora, a partir de testimonios de víctimas y victimarios, cómo el fenómeno de la violencia en México se ha insertado en nuestro inconsciente colectivo.

La obra de Ricardo Herbert con matones, AK-47, sombreros y partes de la estética de la cultura de los narcotraficantes; la obra La auténtica historia de Camelia La Tejana se presentó en el Festival de México y la artista Rosa María Robles con su proyecto Navajas.

El escritor Elmer Mendoza dijo: “La narco cultura, es una estética de nuestro tiempo que se refleja  en la instalación, la pintura, música, danza, arquitectura, el cine y la literatura hay una estética que no puede escapar a la realidad que a la sociedad le afecta como es el narcotráfico”.

Pero el tema del narco se va agotando después de que múltiples series lo abordaron, desde Narcos de Netflix pasando a El señor de los cielos y hasta de  broma; una de las últimas es El Junior: El Mirrey de los Capos de Comedia Networks de próximo estreno.

La Narco Cultura seguirá siendo inspiración para muchos temas, tal y como sucedió en Colombia. 

Considero que lo que debe de preocuparnos es el crecimiento de la violencia, la real, la del país, la que nos afecta a todos… no una sudadera.

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