La Península de Baja California está avanzando hacia el Océano Pacífico, separándose del resto de México a un ritmo de apenas unos centímetros por año. Arrastrada por el movimiento de placas tectónicas, si esta lenta migración continúa, algún día podría desprenderse del resto de México y convertirse en una isla.
Si bien es imperceptible en la vida cotidiana, este proceso es seguida de cerca por los científicos, quien advierten graves consecuencias para todo el país en los próximos años.
Por qué la Península de Baja California se está separando de México
El origen detrás del desplazamiento de Baja California se encuentra en la actividad de la Falla de San Andrés y el sistema de fallas del Golfo de California. Estas estructuras en la corteza terrestre marcan el límite entre la Placa del Pacífico y la Placa Norteamericana.
A medida que estas placas tectónicas se deslizan una junto a las otras, arrastran gradualmente la península hacia el noroeste. No obstante, este proceso no es reciente: hace millones de años, un fenómeno similar fue responsable de la formación del Golfo de California.
Según especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el sistema de fallas del golfo tiene aproximadamente seis millones de años, lo que evidencia su larga actividad.
Thierry Calmus, investigador del Instituto de Geología de la UNAM, señaló que este movimiento de placas tectónicas no solo provoca el desplazamiento de Baja California, sino que también genera una constante actividad sísmica en la región, mostrándonos como la dinámica de la Tierra sigue moldeando el territorio.
¿Se convertirá Baja California en isla?
Si esta tendencia continúa, en algún momento Baja California podría separarse por completo de México, transformándose en una isla. Los modelos geológicos incluso sugieren que, con el tiempo, podría desplazarse hasta aproximadamente la altura de Alaska.
Aunque este movimiento es extremadamente lento, los registros históricos muestran que desde el año 1500 Baja California se alejó cerca de 24 metros.
A medida que Baja California se aleja, la línea costera de México cambiará lentamente. Esto podría modificar corrientes marinas locales y afectar la navegación, la pesca y la delimitación de fronteras marítimas con Estados Unidos.