México es el cuarto país que más cerveza consume por habitante, solo después de Estados Unidos, China y Brasil. La cerveza sin alcohol —la que tiene menos del 0,5% de graduación alcohólica y cuyo contenido no supone un riesgo para el que la bebe— es la que más se ha popularizado en el país durante la última década, pero ahora la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) tomó medidas contra este tipo de bebidas y retirará del mercado aquellas que no cumplan con la normativa vigente.
En su reciente estudio de calidad de la edición de septiembre de la Revista del Consumidor, la Profeco determinó que algunas bebidas etiquetadas como cervezas sin alcohol no cumplen con las especificaciones requeridas para ser denominadas como tal. David Aguilar Romero, titular de la Profeco, explicó: “por normatividad no podemos llamarle cerveza al producto que no tiene alcohol, por norma debe contener alcohol, 2%”. Es por eso que distintas marcas comercializan estos productos bajo el nombre de bebida no alcohólica, y no como cerveza sin alcohol.
En el estudio se analizaron 19 productos, 12 cervezas con baja graduación alcohólica (entre 2% y 3% de alcohol) y siete bebidas no alcohólicas. Todos los productos cumplieron con la normatividad y cumplen lo que dicen sus etiquetas, excepto la marca española Mahou 0,0 tostada, que cuenta con la etiqueta de cerveza, pero tiene menos del 0,5% de graduación alcohólica.
Profeco retiró dos lotes de Mahou 0,0 tostada e inició el proceso de contacto con el proveedor para aclarar la situación. Debido a que el producto se presenta en botellas de vidrio, es posible que a través de un reetiquetado se pueda comercializar sin mayor problema una vez que tenga la información adecuada.
Las normativas entre países pueden diferir al tratarse de los mismos productos. En México una cerveza solo se puede llamar así, si cuenta con más del 2% de alcohol, mientras que en España, según el Real Decreto 53/1995, se considera como cerveza sin alcohol aquella cuya graduación alcohólica sea menor al 1% en volumen.
El estudio de calidad de la Profeco también reveló que varias cervezas ligeras y bebidas sin alcohol contienen niveles significativos de azúcar, lo cual, si bien no es ilegal, es un aspecto que debe ser comunicado claramente a los consumidores. Las bebidas con mayor contenido de azúcar detectadas incluyen la Erdinger weissbier (3,56 gramos de azúcar por cada 100 mililitros), Mahou 0,0 tostada (3,19 gramos), Tecate cero (2,84 gramos) y Old Milwaukee, bebida no alcohólica de malta (2,55 gramos). Aguilar Romero enfatizó la importancia de que los consumidores sean conscientes de que, aunque estas bebidas pueden ser bajas en alcohol, no necesariamente son bajas en calorías.
Para el estudio se verificó el cumplimiento de la información comercial, contenido neto, contenido de sodio, contenido alcohólico, componentes volátiles, azúcares y contenido energético a partir de la evaluación de acuerdo a las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) correspondientes, como las NOM-002-SCFI-2011, NOM-142-SSA1/SCFI-2014, NOM-199-SCFI-2017 y la NOM-051-SCFI/SSA1-2010.
El crecimiento de las cervezas alternativas
El mercado de las cervezas sin alcohol en México supone el de mayor crecimiento en los últimos años dentro de la industria cervecera, con un incremento de 64% desde 2015. Los primeros cinco años fueron los de la aceptación del producto, que en el pasado fue criticado por su sabor, que no se parecía al de las cervezas tradicionales. El uso de diferentes métodos de destilación, sobre todo el de destilación al vacío, ayudaron a que estas bebidas acercaran su sabor al de la cerveza tradicional. La pandemia de la covid-19 incrementó aún más su popularidad, cuando en 2020 se instauró una ley seca en gran parte del país que permitió a las empresas empujar este producto a nuevos consumidores.
Estas bebidas apuntan a jóvenes que beben menos alcohol que las generaciones pasadas, quienes desde una edad temprana buscan a un estilo de vida saludable, marcado por el deporte y una alimentación balanceada. Aunado a ello, debido al casi nulo contenido alcohólico, estas bebidas no tienen los mismos impuestos que las bebidas alcohólicas, se pueden comercializar en establecimientos sin licencias para vender alcohol y su precio no es tan distante al de las versiones con alcohol, lo que supone una mayor ganancia para las empresas.