La cajeta, ese dulce de leche de cabra caramelizado que tanto nos encanta a los mexicanos, tiene una historia rica y llena de sabor que se remonta a la época colonial.
Se dice que su origen se ubica en la ciudad de Celaya, Guanajuato, donde las haciendas españolas producían grandes cantidades de leche de cabra. Para conservarla, la cocinaban a fuego lento con azúcar, creando un dulce espeso y delicioso que se conocía como "manjar blanco". Con el tiempo, la receta se fue perfeccionando y el dulce adquirió el nombre de "cajeta", derivado de los "cajetes" de madera en los que se vendía.
La cajeta se convirtió rápidamente en un manjar popular en todo México, y su producción se extendió a otros estados como Querétaro, Jalisco y Aguascalientes.
Existen leyendas que atribuyen la creación de la cajeta a personajes como un fraile español o una cocinera indígena. Sin embargo, lo que es seguro es que este dulce se arraigó profundamente en la cultura mexicana y se convirtió en un símbolo de identidad.
La elaboración de la cajeta tradicional es un proceso artesanal que requiere paciencia y dedicación. La leche de cabra se hierve a fuego lento durante horas con azúcar, canela y vainilla, hasta que adquiere una textura espesa y un color caramelo intenso.
El resultado es un dulce irresistible que puede disfrutarse de diversas maneras:
¿Y cuál es la cajeta más sabrosa?
Estas marcas se han ganado reconocimiento por su calidad y sabor
Recuerda que la cajeta es un producto mexicano delicioso y versátil que vale la pena disfrutar
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