Por Paco G
Cuántas veces después de una larga jornada de trabajo, de paseo o simplemente un día de ocio, regresas a casa, no aguantas los pies y lo único que quieres es quitarte los zapatos.
¿Sabías que esto puede ser a consecuencia de la forma de tus pies?
Por su anatomía, la clasificación más común es:
1. Pie plano: poca altura o inexistente de la bóveda plantar.
2. Pie cavo: mucha altura de la bóveda plantar.
3. Pie normal: altura media de la bóveda plantar.
Respecto a su morfología y longitud de los dedos, los pies del ser humano pueden clasificarse en tres tipos:
1.Egipcio: Son los pies que tienen el segundo dedo más corto que el primero. Es el más habitual, entre un 50-60% de las personas lo poseen. Por su tipo de personalidad, algunos especialistas como Imre Somogyi, autora del libro “Los Pies, el Reflejo de la Personalidad”, consideran que las personas con este tipo de pie son soñadoras, idealistas, impulsivas y con ánimo cambiante.
2. Griego: Son los pies que tienen el segundo dedo más largo que el primer dedo, lo cual si se da en exceso puede generarte problemas si es que ese dedo se engarra dentro del zapato por el exceso de tamaño. Aproximadamente un 15% de la población tiene este tipo de pie. Las personas que tienen un pie griego son activas, entusiastas, inteligentes y con mucha capacidad para el deporte y para liderar equipos.
3. Romano o cuadrado: Son los pies que tienen la misma longitud en el primer y segundo dedo. Son menos frecuentes y suelen ser pies más anchos, por lo que las personas que tienen este tipo de pie necesitan zapatos con hormas de mayor espacio a la hora de calzarse.
Con relación al estudio de Imre Somogyi, las personas con este tipo de pie no son nada impulsivas y huyen de tomar decisiones improvisadas. Son prácticas y resolutivas. Coherentes con sus principios, transmiten seguridad y son de fiar.
Resultado de esto, quiere saber cómo impacta cada tipo de zapato a tus pies, entonces no te pierdas nuestra siguiente entrega.