La entrada al inframundo del Bosque de Chapultepec

Pocos conocen la leyenda de la llamada Cueva al Inframundo que existe en este bosque de la Ciudad de México, la cual - se dice- es un portal entre el mundo de los vivos y de los muertos.

Se trata de llamada cueva o caverna del Cincalco, cuyo nombre en náhuatl significa casa de mazorcas y se encuentra dentro del Audiorama de Chapultepec. Tanto los toltecas como los mexicas consideraban este sitio como sagrado y esta es su historia.

Carlos Hernández y Fernández, trabajador del bosque, cuenta que Huémac, el último gobernante Tolteca, era muy aficionado a apostar en los juegos de pelota. En una ocasión decidió hacer una apuesta con los sacerdotes de Tlaloc, conocidos como tlaloques. Huémac ganó y esperaba como recompensa jade y plumas de quetzal; sin embargo, le dieron maíz.

Él se enfureció y no aceptó las mazorcas. Los tlaloques se ofendieron por este desprecio y le dijeron que sería castigado por cuatro años durante los cuales, la zona donde vivían sufriría de una grave sequía.

Y así fue. Tras esos cuatro años y a consecuencia de la sequía, su pueblo se vio severamente afectado. Así que volvió con los pocos sobrevivientes al Bosque de Chapultepec. Ahí se encontró nuevamente a los sacerdotes y se dio cuenta del verdadero valor del maíz. Algunos dicen que se quitó la vida en la cueva, mientras que otros afirman que entró y ya no volvió a salir.

También lee: El «último recuerdo»: Registran por primera vez la actividad de un cerebro humano moribundo

En la obra Huémac: el fiero de cincalco de Janice Dewey también se explica que Moctezuma pensaba que el mundo sobrenatural estaba lleno de lujos y alegría, por lo que mandó a una comitiva a saludar a Huémac y a decirle que quería servirle ya que le habían pronosticado un destino fatal.

Cómo sabemos, Moctezuma quería escapar de su destino, pero no pudo hacerlo. Al final, regresó a afrontarlo.


Leído 2450