“Lo que no te mata, te hace más fuerte”: Los riesgos de ponerse bien mami y mamado

Para nadie es un secreto que en México existe un grave problema de salud pública, así es, estamos hablando del sobrepeso y la obesidad, características que están cada vez más presentes en la población mexicana, de acuerdo con la ultima Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), el 76% de las mujeres mexicanas no cuenta con un peso saludable, mientras que, en el caso de los hombres, este porcentaje se estable en el 73%.

Por supuesto, el sobre peso y la obesidad “no” son un mal por si mismos, sino, por la cantidad de enfermedades que se derivan a raíz de su presencia, tal es el caso de: la hipertensión, accidentes cerebrovasculares, dislipidemia, temas relacionados al miocardio, hígado y vesícula, al igual que cáncer y diabetes tipo 2.

En este sentido, es fundamental tener y fomentar una cultura correcta de nutrición, ya que, seamos honestos, nuestra gastronomía típica y “del diario” es absurdamente alta en grasas y carbohidratos, por poner un ejemplo, tan solo una gordita de chicharrón bien preparada, puede llegar contener entre 420 a 560 calorías, mismas que podemos encontrar en un plato de espinacas con papas horneadas y aceitunas acompañando un filete de salmón, junto a una pieza de pan artesanal.

Pero, el punto de esta nota NO es enfocarnos en un tema que por demás es bien conocido, sino, en el otro lado de la balanza, porque… si hay un extremo “a”, también hay un extremo “b” y esto lo podemos ver reflejado en los riesgos que implica llevar una vida fitness estricta o cuando menos, sin medida.

El problema, como ya mencionamos, radica cuando se llega al extremo opuesto, es decir, comenzar a desvirtuar los beneficios propios de la actividad física en búsqueda de estándares o rendimientos “sobre humanos”, como es el caso de los físicos culturistas o sencillamente, personas que no buscan llegar a ese estándar, pero, que ciertamente realizan practicas que al paso del tiempo terminan siendo nocivas para la salud.

En este punto hablaremos de un suplemento “alimenticio” especifico, los llamados pre-workout o pre-entreno en español, son sustancias muy habituales en la vida fitness, pero, igual de habitual es su consumo sin una supervisión medica previa o cuando menos una asesoría por parte algún coach certificado, todo se basa en el “sí él o ella lo hacen y les va bien, pues a mí también”.


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Los pre-entreno, para quien desconozca en absoluto del tema, son sustancias que, dependiendo de la cantidad y calidad de sus componentes, están enfocadas y diseñadas para mejorar el rendimiento físico al momento de realizar las actividades físicas, de ahí su nombre, puesto que deben ser consumidos con 15 o 30 minutos de anticipación a comenzar la rutina, pero… ¿por qué pueden llegar a ser nocivos?

Pues bien, sin adentrarnos a sustancias netamente sintéticas, la mayoría de pre-entrenos están cargados por cantidades bestiales de cafeína, superiores a las que puedas encontrar en cualquier bebida energizante comercial, por una razón de entre 400 a 800 mg “por servicio”, es decir, que si quisieras cubrir esa cantidad con un café convencional, deberías tomarte 10 tazas, ya que, comúnmente los cafés comerciales aportan una razón de 40 a 70 mg de cafeína por taza.

Por supuesto, este consumo constante a la larga degenera en una resistencia misma a los estimulantes, por lo que, para conseguir los mismos resultados que se tenían en un inicio, se deberá aumentar la cantidad de consumo exponencialmente, situación que evidentemente atenta contra la salud, ya que, los altos niveles de estimulantes terminaran por ser tóxicos para el organismo, afectando principalmente al sistema cardiovascular (aumentando las probabilidades de sufrir fallos en el corazón e infartos) y por supuesto en el sistema nervioso (mal funcionamiento de áreas responsables de la lógica y la razón, hasta derrames cerebrales).

Así que ya lo sabes, está muy bien practicar deporte y quererse poner bien sabrosa o sabroso, pero… para disfrutar de los beneficios necesitas estar viva o vivo y para estar viva o vivo, necesitas a tu corazón y a tu cerebro en perfecto estado.


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