El viernes 24 de septiembre, varios medios de corte internacional, dieron cuenta al resto del mundo de la crisis operativa y logística en la que se ha metido Reino unido, esto, debido a la falta de conductores o camioneros en los países británicos, situación que ha provocado una seguidilla de inconvenientes del todo tipo, comenzando por grandes cadenas de comida como Mc Donald's, quienes, vieron agotados sus suministros al ser interrumpido su proceso rutinario de abastecimiento, debido a la alta demanda viajes, posteriormente fueron los grandes almacenes y supermercados quienes notificaron la escases de productos de uso básico como papel higiénico y por su puesto de alimentos altamente perecederos como pescados y carnes.
Hace 3 días esa era la noticia, incluso desde ese momento se comenzó a barajar la idea de que esa crisis de transportación afectara al ramo de energéticos, a lo cual, el primer ministro, Boris Johnson, dijo: "Obviamente reconocemos los desafíos que enfrenta la industria y estamos tomando medidas para apoyar a todos". Pero, hoy 27 de septiembre cayó la gota que derramó este vaso, puesto que, el miedo se apoderó de los siempre íntegros británicos, quienes salieron a realizar compras de pánico en cuanto a combustibles se trata, situación que lógicamente resulto en el desabastecimiento parcial a lo largo y ancho del territorio nacional.
Así es, tal cual nos tocó a nosotros vivirlo en México a inicios del 2019, con la pequeña diferencia de que la situación en Inglaterra tiene complicaciones mucho mucho más profundas, puesto que, esta “desaparición de camioneros” se debe a tres cuestiones esenciales:
1) Debido a la pandemia de COVID-19, muchos de los camioneros no pudieron renovar sus licencias de conducir, tanto por la no asistencia de las personas a lugares públicos como por el parón de actividades administrativas en el Departamento de Transporte, situación que los pone en completa desventaja ante las leyes de tránsito, hecho por el cual NO están laborando como de costumbre.
2) En definitiva “decir es más fácil que hacer” y en este sentido, el BREXIT es uno de los responsables de la situación actual, ya que, gran parte de los camioneros dentro de Inglaterra, provenían de otros países pertenecientes a la Unión europea, quienes, prefirieron regresar o emigrar a otros lugares ante la incertidumbre de la regulación de trabajo.
3) El estilo de vida aspiracional europeo, es decir, cada vez menos personas quieren emplearse en trabajos tan físicamente demandantes como es el ser camionero, en donde, pueden pasar sesiones de 5 horas sentados tras el volante, a veces sin comer y otras tantas de madrugada con el simple fin de llevar en tiempo y forma lo transportado.
En resumen “el problema no es problema”, ya que, en este sentido, Rod McKenzie de la Asociación Real de Transportistas (RHA, por sus siglas en inglés), declaró: "Es tan simple como esto: todo lo que tenemos en Gran Bretaña viene transportado en un camión, solo hace falta quien conduzca el camión".
Con relación a esto último, una posible solución inmediata podría ser el reclutamiento de soldados, quienes, sean sacados de sus labores cotidianas y encomendados a esta misión fuera del campo de batalla, pero… al respecto el secretario de Transporte, Grant Shapps, ha expresado: “si puede ser de ayuda, los llamaremos, pero, puede que haya conflictos en cuanto a la normativa militar, en torno a si el personal militar puede hacer el cambio de vehículos oficiales a los vehículos civiles”.
En resumen, un desastre muy a lo británico, ya sabes: muy ordenadito, muy correcto, muy cordial, pero, desastre al fin.
JR Brindiz