"Hasta que el cuerpo aguante": La tercera edad si quiere nos lleva al baile

Expresarnos es para todos, más que un derecho, una forma de conectar con el mundo que nos rodea, hacernos presentes y sentirnos valiosos para con los demás, dentro de las múltiples formas en que podemos hacerlo se encuentra el baile, ya sea de salón, coreográfico, contemporáneo y por supuesto folclórico.

Leticia Manrique o Lety, como prefiere ser nombrada; encontró a los 34 años de edad un nuevo propósito bajo el filtro de la danza folclórica: ofrecer una actividad lúdica y recreativa a través de la cual los adultos mayores pueden volver a sentirse útiles y capaces.

Lety formaba parte del prestigioso Ballet Folclórico de México de Amalia Hernández. Ingresó cuando tenía 25 años de edad y en donde pasó “un lustro lleno de energía y pasión por la identidad mexicana”. Sin embargo, decidió salir del ballet debido a que encontró un nuevo sentido a la práctica y al ejercicio de la danza.

"Me encanta la danza, de ser posible hubiera entregado toda mi vida a los escenarios, pero, la vida así de maravillosa como es, me mostró otro camino, en una ocasión cuando iba de camino a un ensayo me encontré a una mujer de unos 76 años le calculo, estaba acompañada de una de sus hijas, la cual, de manera muy déspota le decía <yo no te puedo tener en mi casa sin que hagas algo, o vas con tus amigas o trabajas en algo, pero, estorbos ya tengo demasiados>, en ese momento no dije nada, pero, pude ver en el rostro de aquella mujer mayor, el dolor y la impotencia, eso me marcó, ese fue el motivo."

Lety cayó en cuenta de que la situación de aquella mujer no era exclusiva (por desgracia), contrario a ello, gran parte de los adultos mayores a pesar de su concepción de patriarcas o matriarcas, son simplemente relegados de la vida diaria de las familias y tienden a convertirse en objetos, cargados de simbolismo y sentimentalismo vacío.

"Recordé que cuando era niña mi abuelita tenía mucha energía. Hasta el día de hoy,  que ya no está con nosotros, sigo pensando en cómo hacía para ser tan enérgica. Radiante, era una joven con disfraz de abuelita. En realidad, ahí estaba la respuesta porque mi abuela siempre buscaba algo que hacer. Ella bailaba danzón todas las noches en su casa como un rito antes de dormir. Tejía, leía, cuidaba con mucha dedicación su jardín lleno de flores. Mi abuela hacía cosas y eso la mantenía más que viva, activa."

Fue entonces que Lety abandonó una vida llena de aplausos y reconocimientos, dejó el Ballet a los 30 y enfocó todo su esfuerzo, pasión y conocimiento a dar, como ella lo llama, “una tercera juventud”

"Cuando me salí del grupo y se lo conté a mi madre, no lo aceptó como me habría gustado por principio y cuando le conté la idea de montar un ballet de personas mayores simplemente se me fue de espaldas […] La idea era simple, dar un espacio en donde los abuelitos pudieran sentirse parte de, que vieran que aún podían hacer algo a pesar de esa limitante mental que es la edad[…] comencé tocando puertas, invitando a las familias, era como pedir permiso para que salieran a jugar. Todo lo que pensaba hacer les parecía un tanto ridículo pero, funcionó. El primer domingo que nos reunimos en un parque público, cerca de mi colonia, llegaron más o menos 15 abuelitos. Ya teníamos el talento ahora sí que faltaba pulirlo".



También puedes leer: "Ciudades Dormitorio: Entre el caos vial y la inseguridad"



Lety, con orgullo palpable, cuenta cómo durante 4 años ha desempeñado esta labor sin fines de lucro, puesto que, en las tardes desempeña su profesión, da asistencia psicológica en su propio consultorio y eso le permite llevar una vida tranquila, a veces apretada, pero, con pasión por lo que hace.

"La primera vez que participamos en un concurso de Ballet folclórico fue en Toluca y fue toda una aventura. Había que conseguir viáticos. Los vestuarios ya estaban, puesto que, las familias son muy comprometidas con los abuelitos. Aún así, salimos a botear y también hicimos una kermesse el año pasado. Fue increíble porque nos ganamos el segundo lugar con Veracruz y Oaxaca, muchos lloraron y yo se lo dedique a aquella señora que motivó todo esto".

El grupo de Letty se llama "Ballet alegre esperanza", no cuentan con redes sociales y tampoco tienen mucho renombre ya que, hasta el año pasado, no entraba en planes ser un ballet profesional. No obstante, espera que en un par de años más puedan costear todos los gastos que implica la actividad y tener presencia en varios estados para motivar y dar esperanza a esos abuelitos que aún están carentes de alegría.

Las clases y ensayos se realizan todas las mañanas de 9 a 11 am. En el parque de salud, ubicado en la colonia Jardines de Morelos, Ecatepec, Edo. De Mex., lo único que se necesita para ser parte es firmar una carta compromiso en donde la familia asegure el apoyo al adulto mayor en cuestión, identificación oficial del interesado y de un “tutor”, comprobante de domicilio y algún contacto en caso de emergencia, no hay costo alguno de inscripción o mensualidad, solo se pide el material en especie y el vestuario propio que se llegara a necesitar.

JR Brindiz

Leído 346