Orbia suma esfuerzos con UNICEF para mantener a los niños, niñas, adolescentes y sus familias a salvo de la infección de COVID-19. La donación de US $500.000 en suministros como tanques de agua y tuberías fabricados por Orbia, servirán para atender las necesidades urgentes de 450.000 personas en escuelas, centros de salud e instalaciones de cuidado infantil. La contribución permitirá la instalación de estaciones de lavado de manos en áreas y en países de mayor necesidad, incluyendo México, Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, India, Perú y Sudáfrica.
El lavado de manos con agua y jabón, cuando se hace correctamente, es crucial para prevenir la propagación de la enfermedad por el nuevo coronavirus, pero solo tres de cada cinco personas en el mundo tienen instalaciones básicas de lavado de manos.
Alrededor del 40% de la población mundial (tres mil millones de personas) no tienen acceso a estaciones de lavado de manos con agua y jabón en el hogar, aumentando al 75% en los países menos desarrollados. Se estima que 900 millones de niños, niñas y adolescentes carecen de estas instalaciones en la escuela; y aproximadamente uno de cada seis centros de salud no tiene servicio de higiene o estaciones vitales para el lavado de manos.
En América Latina y el Caribe, más de 50 millones de personas, incluidos niños, niñas y adolescentes, no cuentan con acceso a instalaciones básicas de lavado de manos con agua y jabón en sus hogares, y 25 millones de personas no tienen ninguna instalación.
“COVID-19 pone a los grupos vulnerables en mayor riesgo de infectarse por la pandemia simplemente porque no pueden lavarse las manos", dijo Bernt Aasen, Director Regional de UNICEF en América Latina y el Caribe.
El lavado de manos es crucial para proteger a los niños, niñas, adolescentes y sus familias contra muchas otras enfermedades potencialmente letales, incluida la diarrea, que es la principal causa de muerte para niños y niñas menores a cinco años. Con una mayor presión sobre los servicios de salud debido a la pandemia, la prevención de enfermedades es crucial.
Durante una crisis de salud, los niños, niñas y adolescentes se encuentran entre los más afectados, ya que enfrentan a la pérdida de la atención primaria, apartarse de los cuidadores que se enferman, el riesgo de angustia psicológica, la interrupción de la educación y un mayor riesgo de explotación, violencia y abuso, y los que viven en la pobreza enfrentan incluso mayores dificultades.