¿Te has dado cuenta cómo se relaciona la música que escuchas con tu estado de ánimo? Cuando estas feliz sueles reproducir música con un ritmo movido mientras que si estas triste escoges algo más melancólico. O quizás te guste escuchar un poco de rock pesado cuando estas molesto y necesitas desahogarte.
¿Por qué sucede esto?
Nuestro cerebro tiene miles de receptores que responden a diferentes aspectos de la música como el tono, el ritmo y la letra. La Universidad de Florida realizó una infografía sobre la psicología de la música para explicar cómo funciona.
La música se origina a través de vibraciones producidas por algún instrumento, por la voz u otra fuente. Estas ondas son transportadas a través del aire y entran en el oído. Donde tres pequeños huesos ubicados en el medio amplifican las ondas de sonido y luego son convertidas en impulsos eléctricos que son transmitidos al cerebro por medio de los nervios auditivos.
Es en ese momento en el que el cerebro llega a interpretar esos impulsos eléctricos como “sonido”. Donde la tonalidad, el ritmo y la letra son interpretados en distintas áreas del cerebro.
Efectos de la música en el cerebro
Con el paso del tiempo la música puede llegar a mejorar las habilidades lingüísticas, la creatividad y la felicidad. También ayuda a disminuir la ansiedad y el dolor, provoca una curación rápida e incrementa el optimismo. Y además ayuda a sanar algunas enfermedades neurológicas como Alzheimer, Parkinson y Autismo.
La música puede afectar tu estado de ánimo en cualquier lugar, tu automóvil, tu oficina o tu casa. Incluso puede llegar a contribuir en como te sientes dentro de una tienda de un centro comercial e influya en tu decisión de comprar.
La importancia de la música en la educación
Según un estudio realizado por la misma universidad, los estudiantes que tomaron cursos en presentación musical y apreciación de la música puntuaron más alto en los exámenes de SAT que aquellos que no lo hicieron. Presentando un promedio de 61 puntos más en el área verbal y 42 puntos más en matemáticas.
Los estudios presentan que los estudiantes de música:
Reciben mayores honores académicos y premios que los que no estudian música.
Presentan el mayor porcentaje de estudiantes de medicina aceptados.
Tienen mejores habilidades de razonamiento abstracto.
Son menos agresivos.
Según ConsciousLifestyleMagazine la música afecta a nuestro cerebro en 4 áreas distintas:
1. Emoción
La hormona oxitocina está relacionada a la vinculación que puede existir entre dos personas y puede ser producida por medio del canto. Es por esta razón que un bebé se siente conectado emocionalmente con su madre cuando ella le canta.
Escuchar música crea picos de emociones que incrementan la cantidad de dopamina, un neurotransmisor que ayuda a controlar los centros de recompensa y placer del cerebro. Además ayudan a procesar otras emociones como miedo, tristeza, resentimiento y dolor, aún cuando estén presentes a nivel subconsciente.
2. Memoria
En un estudio realizado en la Universidad de California en el 2009, se descubrió que existe una parte del cerebro que asocia la música con recuerdos al experimentar momentos emocionales sobresalientes. Es por esta razón que al escuchar cierta canción puede que venga a tu mente alguna etapa o suceso de tu vida que te haya marcado de sobremanera y con esta las emociones que sentías en el momento.
3. Aprendizaje y Neuroplasticidad
La Neuroplasticidad es la capacidad que el cerebro posee para funcionar de forma adecuada luego de sufrir algún daño. La música tiene la habilidad de proporcionar estímulos que construyan nuevos caminos para ayudar al cerebro a renovarse luego de alguna lesión.
4. Atención
El escuchar música ayuda al cerebro a anticipar acontecimientos y mantener una mayor atención. Aunque en ciertos casos puede también que sean una fuente de distracción y dificulte la capacidad de concentración. Esto depende no sólo de la personalidad de la persona sino también del tipo de música que se esté escuchando. Por lo general es mucho más fácil concentrarse con música que no tiene letra o un ritmo movido.