La canción "Anacaona", interpretada por Cheo Feliciano y escrita por Tite Curet Alonso, es un clásico de la salsa que rinde homenaje a una figura histórica y culturalmente significativa: Anacaona, una cacica taína de la isla La Española (hoy República Dominicana y Haití).
Tite Curet Alonso, uno de los compositores más prolíficos de la salsa, escribió "Anacaona" en 1971 para el álbum homónimo de Cheo Feliciano, titulado simplemente "Cheo", lanzado por Vaya Records, un sello subsidiario de Fania Records. Este disco marcó el regreso de Cheo Feliciano a la escena musical tras un período de ausencia debido a problemas personales, incluyendo su lucha contra la adicción. La canción se convirtió en un símbolo de su resurgimiento artístico y en uno de los himnos del boom salsero de los años 70 en Nueva York.
Curiosamente, Tite Curet no conocía inicialmente la historia real de Anacaona, la cacica taína. Según él mismo relató en una entrevista, se inspiró en el nombre de la orquesta cubana femenina Anacaona, fundada en 1932 en La Habana por las hermanas Castro, y en un tema de la orquesta Lecuona Cuban Boys de los años 30. Su intención era crear una "historia mítica" sobre indios y españoles, pero sin saberlo, sus versos reflejaron con gran precisión la vida y lucha de la verdadera Anacaona. Años después, al visitar a una sacerdotisa que conocía la historia de la cacica, Tite quedó asombrado al descubrir que su canción narraba, de manera casi profética, la resistencia de esta líder taína contra los conquistadores españoles. La sacerdotisa le aseguró que los ancestros taínos habían guiado su pluma.
Quién fue Anacaona
Anacaona, cuyo nombre significa "Flor de Oro" en lengua taína, fue una cacica de la isla La Española, específicamente del cacicazgo de Jaragua (actual Haití), tras la muerte de su hermano Bohechío. Estaba casada con Caonabo, cacique del cacicazgo de Maguana (hoy Cibao, República Dominicana). Era conocida por su belleza, inteligencia y talento para la poesía, destacándose en los areítos, ceremonias taínas que combinaban canto, danza y poesía para celebrar eventos importantes.
Cuando Cristóbal Colón llegó a La Española en diciembre de 1492, Anacaona mostró curiosidad y admiración por los europeos, impresionada por sus conocimientos y habilidades. Sin embargo, su percepción cambió al presenciar los abusos de los españoles, especialmente contra las mujeres taínas, quienes sufrían violencia y esclavitud. Convencida de que los colonizadores eran una amenaza, Anacaona persuadió a su esposo Caonabo para que atacara el fuerte Villa Navidad, el primer asentamiento español en América, construido tras el primer viaje de Colón. En 1493, al regresar, Colón encontró el fuerte destruido y a sus 39-43 ocupantes muertos, lo que marcó el inicio de una relación hostil con los taínos.
Tras la captura y muerte de Caonabo en 1496, posiblemente ahogado durante un traslado a España, Anacaona se refugió en Jaragua. Allí asumió el liderazgo del cacicazgo tras la muerte de su hermano. En 1503, el gobernador Nicolás de Ovando, sospechando una rebelión, organizó una emboscada. Invitó a Anacaona y a decenas de caciques a un banquete en Jaragua, donde fueron masacrados. Anacaona logró escapar inicialmente, pero fue capturada y ejecutada en la horca en 1503 o 1504. Su muerte simbolizó la resistencia taína y el trágico impacto de la colonización.
La canción y su significado
"Anacaona" es un homenaje a esta figura histórica, presentada como una "india de raza cautiva" de la "región primitiva", cuya voz refleja el dolor y la lucha de su pueblo. La letra, sencilla pero cargada de emoción, evoca el sufrimiento de Anacaona ("oí tu voz, cómo lloró, cuánto gimió") y su lucha por la libertad que "nunca llegó". El coro, "Anacaona, areíto de Anacaona", hace referencia a las ceremonias taínas, conectando la canción con la herencia cultural indígena. La frase "esa negra que es de raza noble y abatida, pero que fue valentona" resalta su dignidad y valentía, mientras que "la tribu entera la llora" refleja el impacto colectivo de su pérdida.
Musicalmente, la canción destaca por su arreglo, que evoca el sonido del sexteto de Joe Cuba, con piano, vibráfono y una sección rítmica potente liderada por músicos de la Fania All-Stars, como Johnny Pacheco, Bobby Valentín, Orestes Vilató y Larry Harlow. La interpretación de Cheo Feliciano, con su fraseo elegante y emotivo, le dio una dimensión única, convirtiéndola en un himno de la salsa que combina raíces afrocubanas con un mensaje de resistencia. La grabación en vivo en el club Cheetah en 1971, con coros de Héctor Lavoe, Ismael Miranda y Adalberto Santiago, consolidó su estatus como un clásico.
"Anacaona" no solo es una canción, sino un símbolo de resistencia indígena y caribeña frente a la opresión colonial. Al narrar la historia de una mujer líder, la canción también resalta el rol de las mujeres en la lucha por la justicia. Su inclusión en el álbum "Cheo" y su interpretación en el documental Our Latin Thing (1972) de Fania All-Stars la convirtieron en un emblema del movimiento salsero, que celebraba la identidad afro-latinoamericana. La canción inspiró a generaciones de artistas y oyentes, y su mensaje sigue resonando como un recordatorio de las injusticias históricas y la fortaleza de los pueblos originarios.
Además, el nombre "Anacaona" conecta con la orquesta cubana homónima, fundada como un acto de rebeldía en un contexto donde las mujeres y el son cubano enfrentaban discriminación. Este paralelismo refuerza el carácter subversivo de la canción.