Recalentar una rebanada de pizza en el microondas puede parecer la forma más rápida y conveniente de disfrutar las sobras. Sin embargo, este método puede arruinar por completo la textura y el sabor del platillo, transformando una deliciosa pieza con base crujiente en una masa blanda y gomosa. Te explicamos por qué no es recomendable usar el microondas para este propósito y qué alternativas son mejores.
¿Qué sucede cuando calientas pizza en el microondas?
El microondas calienta los alimentos utilizando ondas electromagnéticas que hacen vibrar las moléculas de agua en el interior de la comida. En el caso de la pizza, esto provoca varios efectos negativos:
- La corteza se vuelve chiclosa o dura: Al calentarla, la humedad contenida en la masa se evapora de forma desigual, haciendo que la base pierda su textura crujiente original. En lugar de una corteza firme, obtienes una base gomosa o, en algunos casos, dura como una roca.
- El queso y los ingredientes se recalientan en exceso: El queso puede derretirse demasiado rápido, separarse del pan y hasta volverse grasoso o quemarse. Los embutidos o vegetales encima también pueden perder sabor o quedar mal cocinados.
- Recalentamiento desigual: El microondas no siempre calienta de forma uniforme, lo que significa que una parte de la pizza puede estar hirviendo mientras otra sigue fría, generando una experiencia poco agradable al paladar.
- La mejor forma de recalentar pizza: Si quieres conservar lo mejor de tu pizza (una base crujiente, queso derretido y sabor uniforme) lo ideal es optar por alguno de estos métodos:
- Sartén antiadherente: Calienta la pizza a fuego medio en una sartén sin aceite. Cubre con una tapa durante 2-3 minutos para que el queso se derrita con el vapor y la base se tueste bien.
- Horno convencional: Precalienta el horno a 180 °C (350 °F) y coloca la pizza sobre una bandeja con papel encerado o directamente sobre la rejilla. En 8 a 10 minutos, estará perfectamente caliente y crujiente.
- Freidora de aire (air fryer): Esta opción moderna también es eficaz. Solo necesitas calentarla durante 4-5 minutos a 160-180 °C para obtener una textura excelente sin resecarla.
Aunque el microondas puede parecer una solución rápida, calentar la pizza de este modo sacrifica su textura y sabor originales. Si realmente quieres disfrutar cada bocado como recién salido del horno, opta por métodos alternativos como el sartén o el horno convencional. Unos minutos más de paciencia harán toda la diferencia.