Con el corazón pesado, el mundo despide a Sylvester "Sly" Stone, el alma de Sly and the Family Stone, quien se nos adelantó este 9 de junio de 2025 en Los Ángeles, tras pelear contra la EPOC y otros problemas de salud. Rodeado de sus tres hijos, su mejor amigo y su familia, Sly partió en paz, pero su legado es un volcán que sigue retumbando en la música y la cultura. ¡Vaya que este carnal dejó huella
Un revolucionario
Sly Stone no fue solo un músico; fue un maldito visionario que cambió las reglas del juego. En los 60 y 70, con Sly and the Family Stone, creó un sonido que mezclaba funk, soul, rock psicodélico y R&B con una vibra contestataria que capturó el espíritu de una era llena de lucha por los derechos civiles y el sueño hippie. Su banda, multirracial y con hombres y mujeres por igual, fue un puñetazo a la segregación racial de la época, demostrando que la música une más que cualquier barrera. Canciones como Everyday People, Dance to the Music, I Want to Take You Higher y Family Affair no solo fueron himnos, sino declaraciones de igualdad, fiesta y rebeldía.
El legado
El impacto de Sly es una onda expansiva que no para. Inspiró a gigantes como Miles Davis, que se aventó a lo eléctrico tras escuchar su groove, y a Herbie Hancock, que hasta le dedicó una rola llamada Sly. Desde Prince hasta OutKast, pasando por George Clinton, Rick James, Erykah Badu y un montón de raperos que samplearon sus riffs (como Dr. Dre y Snoop Dogg), el funk y el hip-hop moderno no serían lo mismo sin él. Su uso innovador de la caja de ritmos en Family Affair (primer número 1 con batería electrónica) y su fusión de géneros abrieron caminos que aún recorren artistas de hoy. Su música era un coctel de groove, política y alma, y su show en Woodstock ’69 sigue siendo legendario por su energía desbordada.
Un estilo que gritaba rebeldía
Sly no solo sonaba chingón, también se veía chingón. Su look era una declaración en sí misma: afro gigantesco, chalecos con flecos, cuero pegadito, cinturones anchos, sombreros extravagantes y joyas que brillaban tanto como su sonrisa. Ese estilo, puro flow de superestrella, mezclaba la vibra hippie con un toque callejero y una actitud que decía: “Aquí estoy, y no me escondo”. Su forma de vestir influyó en la moda de los 70 y dejó un sello en artistas como Prince, que tomaron esa extravagancia y la hicieron suya. Sly era el rey del escenario, y su ropa era tan protagonista como su música.
Una vida de luces y sombras
No todo fue gloria. Sly batalló con adicciones y problemas personales que lo alejaron de los reflectores. A pesar de sus altibajos, nunca dejó de crear, y hasta sus últimos días trabajó en un guion sobre su vida, tras publicar sus memorias Thank You (Falettinme Be Mice Elf Agin) en 2023. El documental Sly Lives! (2025), dirigido por Questlove, nos recordó por qué su genio es eterno, a pesar de las caídas.
Gracias, Sly
Sly Stone no solo hizo música; creó un movimiento. Su legado es un recordatorio de que el arte puede romper barreras, unir culturas y hacer que el mundo baile mientras reflexiona. Desde el cielo, seguro está armando un jam con ese groove inconfundible. ¡Descansa en beats! Tu música vivirá por siempre. ??