Flix, la empresa alemana conocida globalmente como “el Uber de los autobuses”, ha iniciado operaciones en México con una propuesta tecnológica que busca transformar el transporte interurbano. A través de su aplicación móvil, Flix conecta a usuarios en tiempo real con rutas de autobús, comenzando con dos trayectos principales: Ciudad de México-Monterrey y Monterrey-Torreón, con paradas en ciudades como Querétaro, San Luis Potosí y Matehuala. La compañía planea expandir su red en los próximos meses, priorizando destinos con alta demanda y potencial turístico, como los Pueblos Mágicos.
Fundada en 2012, Flix opera en 45 países, con una red de 4,500 autobuses, 5,000 destinos y más de 400 millones de pasajeros transportados a nivel global. En México, aprovecha la alta densidad poblacional de más de 40 ciudades con más de 500,000 habitantes para atender una demanda insatisfecha de movilidad. Según Carlos Magaña, director general de Flix México, la empresa busca ofrecer mayor frecuencia y volumen en rutas estratégicas, fomentando competencia en un mercado donde las tarifas pueden ser hasta 130% más altas que el promedio internacional.
Modelo Innovador
Flix no posee autobuses ni opera rutas directamente. En su lugar, colabora con cinco operadores mexicanos que aportan unidades y permisos, mientras Flix proporciona tecnología, software de gestión, marca y estrategia comercial. Este modelo busca hacer el mercado más competitivo, beneficiando a los consumidores con tarifas más accesibles y rompiendo la concentración de pocos operadores en el sector.
La experiencia de usuario es 100% digital: los boletos solo se adquieren a través de la aplicación móvil, que permite monitorear en tiempo real el estatus del autobús, paradas y tiempos de llegada. Además, Flix opera desde puntos alternativos como Fórum Buenavista en Ciudad de México, evitando las centrales de autobuses tradicionales, donde el acceso está limitado por acuerdos comerciales.
Apuesta por la Competencia y el Turismo
Flix ha encontrado apoyo en la Secretaría de Turismo, que ve en la empresa una oportunidad para mejorar la conectividad de destinos turísticos clave. Su modelo también abre oportunidades para pequeños y medianos empresarios, quienes pueden integrarse a la red sin competir directamente con grandes consorcios.
Con un enfoque probado en mercados como Alemania, España y Francia, Flix enfrenta el reto de la regulación y dinámica del mercado mexicano, pero ve un gran potencial en su volumen y necesidades de conectividad. La empresa promete no solo transformar el transporte interurbano, sino también acercar a los mexicanos a nuevos destinos con mayor comodidad y accesibilidad.