La próxima gran esperanza del rock argentino apareció aparentemente de la nada con su apodo geek (un diálogo subtitulado de una película estadounidense de mala calidad) y el genio residente más modesto en décadas: el cantante y compositor Santiago C. Motorizado. Originario de la tranquila ciudad de La Plata, el quinteto floreció en este esquivo tercer LP, a la vez novedoso y familiar. Comienza con el fascinante rock alternativo de “El Tesoro”, cuya letra se burla y celebra las miserias del amor no correspondido. Motorizado suena dolorosamente honesto en “La Noche Eterna”, el tipo de himno basado en guitarra que enorgullecería a U2.