En medio de la revolución que rodea a la nueva Himalayan 452, Royal Enfield realizó una solicitud de patente que trae a la actualidad un nombre histórico. Se trata de la Flying Flea, la popular moto que el ejército británico utilizó para desplazarse por el campo de batalla del conflicto bélico que tuvo lugar ente 1939 y 1945, conocido como la Segunda Guerra Mundial
Royal Enfield Flying Flea
La curiosidad de esta historia, que de hecho da el nombre de Flying Flea (pulga voladora, en inglés), es que todas las unidades se lanzaban desde los aviones junto al regimiento de paracaidistas Pegasus y así, una vez en tierra, poder desplazarse hacia las posiciones enemigas con una mayor celeridad. Esto le dio una popularidad creciente, tanto que a 80 años de aquella guerra aun se la recuerda como una de las motos más icónicas de Royal Enfield.
Sin embargo, el nacimiento de este modelo toma inspiración en la DKW RT100, una de las motos más vendidas de la década del 30 en el Reino Unido. Por pedido de la firma, una de estas RT100 fue enviada a Royal Enfield para crear un modelo muy similar y comenzar a suministrarlos a las tropas con carácter urgente.
El resultado fue una Flying Flea que pesaba solo 56 kg, con autonomía para aproximadamente 240 kilómetros y logrando alcanzar velocidades en torno a las 35/40 mph, o unos 65 km/h. Contaba con un cambio de tres velocidades y horquillas frontales fabricadas por láminas de acero y estaban pintadas, lógicamente, en color verde militar.
Según la revista alemana Motorrad Online, la Royal Enfield Flying Flea podría regresar en forma de 125 cc e incluso como una eléctrica, dentro de los planes futuros de la compañía. El rumor ha llegado a raíz de la patente registrada con la denominación comercial Flying Flea en 2020, bajo el número de patente 018194843.
¿Se viene la Royal Enfield más pequeña del catálogo actual? ¿Será real la primera eléctrica de la marca? Todo estaría aún por confirmar, ya que la marca por lo pronto no se ha pronunciado al respecto.