Una lata de sardinas es una conserva que suele hacerse con aceite vegetal o en un medio ácido: vinagre (escabeche), aunque existen versiones envasadas “al natural” con los jugos de la propia sardina. Se trata de un alimento graso y saludable abundante en aceites omega 3. Tienen la ventaja de no tener que ser limpiadas de sus espinas y de poder ser servidas rápidamente en una tapa, un aperitivo, el relleno de una empanada, trituradas y mezcladas con mayonesa o simplemente en una galleta. Existen versiones comercializadas de este producto conservadas en salsa de tomate, picantes, al limón, etc.
Las sardinas enlatadas suelen contener más contenido calórico que las cocinadas frescas debido al aceite en el que se encuentra inmerso. Por esta razón las versiones en escabeche o al natural poseen menos calorías. Las sardinas envasadas suelen estar limpias de las tripas e interiores, no obstante, poseen las espinas interiores que suelen ser comestibles. La sardina es rica en contenido de vitamina D. Su cantidad de purinas las hace desaconsejables en la dieta de aquellas personas que tienen hiperuricemia (exceso de ácido úrico en la sangre). El contenido de colesterol es relativamente elevado, aunque suele ser inferior al de algunas carnes o embutidos y es del tipo HDL (llamado colesterol “bueno”).
Las conservas suelen tener diversas piezas que rondan aproximadamente desde los 10 gramos (pequeñas) hasta los 30 gramos (grandes) la pieza. Las piezas servidas en lata están descabezadas por regla general.
Este alimento es muy saludable, ya que presenta proteínas de alto valor biológico y ácidos grasos esenciales para la salud, omega-3 con acción antiinflamatoria, muy recomendable para prevenir las enfermedades cardiovasculares. Esta receta también nos aporta vitaminas liposolubles y algunos minerales como el fósforo, magnesio, hierro, potasio.
Esto dice la PROFECO
En la “Revista del consumidor”, se analizaron 47 productos, 21 en salsa de tomate, 10 en aceite de oliva, 10 en aceites varios, 2 en escabeche, 1salsa chipotle y 3 con otros ingredientes y estilos.
Pruebas realizadas para verificar la calidad de los productos
Se verificó que todas las muestras presentaran en su etiqueta los datos obligatorios y que la información fuera veraz de acuerdo con lo establecido en la NOM-051-SCFI/SSA1-2010.
Se constató que cumpliera con el contenido declarado en la etiqueta.
Es la cantidad de producto sólido del envase después de escurrir el líquido o medio de cobertura. Se comprobó que la masa drenada declarada cumpliera con la indicada en la etiqueta.
Se contó el número de sardinas por envase.
Se analizó el contenido de proteína que aportan sin cobertura, como tomate, aceite, entre otros.
Se analizó el contenido de grasa que aportan sin medio de cobertura, como tomate, aceite, entre otros.
Se analizaron las kilocalorías (kcal) que aportan sin medio de cobertura, como tomate, aceite, entre otros.
Como parte de la calidad, la norma “Productos de la pesca-Sardinas y pescados similares enlatados-Especificaciones” (NMX-F-179-SCFI-2001) demerita al producto cuando tienen cabezas, branquias o vísceras.
Si hablamos de una mejor calidad en el contenido, con un producto libre de escamas, vísceras, aletas y colas, las siguientes son las ganadoras :
Todos los productos de la anterior lista, declaran correctamente su contenido neto y la cantidad sólida, es decir la masa drenada, además de acertar también en las piezas por envase.
Lo más recomendable siempre será consumir el producto fresco, sin embargo si hablamos de elegir entre un producto ya envasado, siempre será importante leer las tablas de información nutricional, analizando si es lo que requieres en tu dieta, a continuación te diremos en qué fijarte antes de comprar:
Esperamos que con esta pequeña lista, podamos ayudarte a elegir mejor, recuerda que lo que comes define muchas cosas en tu día a día, desde tu humor hasta tu aspecto, presta siempre especial atención a tu plato.