Sendero del oso: Expectativas del sector de las telecomunicaciones hacía el 2025

Por Said Flores Alonso

La semana pasada el Instituto Federal de Telecomunicaciones publicó el Reporte de las Expectativas en el Mercado de las Telecomunicaciones en México, 2021. Se trata de una encuesta realizada por la Coordinación General de Planeación Estratégica del Instituto a varias empresas y expertos de la industria.

El primer dato relevante es que el IFT sólo publica un agradecimiento a 26 empresas, pese a que la cifra de encuestados rebasa el importante número de 260 casos. Se trató de una muestra de invitados, en donde el gobierno federal se ve mínimamente representado, pese a que es uno de los consumidores más importantes de los servicios que se ofrecen en el sector, eso sin mencionar que hoy en día busca ampliar su participación.

Los cinco temas prioritarios para los encuestados son Cobertura fija e Internet, Servicios de Voz y Datos, Neutralidad de Red, despliegue de redes 5G y computo en la nube: Big Data e Inteligencia Artificial. El tema del blockchain quedó cerca del rubro “otros”, pese a que algunas de las empresas más importantes en el mundo que participan en los sectores energético, telecomunicaciones y tecnologías de la información están participando activamente en dicha sección.

Llama la atención que los encuestados fijan su atención en la importancia que tiene la cobertura fija e internet, paralelamente, su expectativa en cuanto al uso de los servicios más relevantes del sector va a intensificarse en los próximos años. Un dato por demás esperado pues, todos los participantes de las telecomunicaciones tienen claro que desde que se creó el Internet, la tendencia del uso de las TIC siempre ha ido al alza.

La realidad que arroja esta encuesta, más allá de que parece tener un sesgo importante, es que las empresas están preocupadas en primer lugar por sus ingresos -naturalmente-, inversión, disponibilidad de espectro, competencia y ciberseguridad y protección de datos, por mencionar sólo los primeros cinco rubros.

Un análisis somero del reporte nos acerca a una incipiente conclusión a la luz del contexto actual:

  1. Las empresas, como es de esperarse, están preocupadas por sus ingresos futuros en el sector, pero no abordan la ecuación inversión-utilidad marginal, en tanto que parecen estar renuentes a invertir en lo que realmente necesita México para el desarrollo integral del sector: cobertura y acceso para todos. Se critica la cancelación de la Red Troncal (licitación) pero se dice poco acerca de que este proyecto: implica sólo la construcción de una autopista monumental de transferencia de datos con salidas a callejuelas de terracería o rutas repetidas pero altamente congestionadas.
  1. Preocupa la inversión, pero seamos honestos, la inversión del sector público y no necesariamente de los privados, quienes también deberían asumir un papel más activo y de participación en el desarrollo del sector. En algo coinciden las empresas: no quieren invertir en las comunidades menos desarrolladas del país porque sus retornos de inversión implican importantes riesgos, no obstante, son las mismas empresas que han criticado los programas sociales del Ejecutivo Federal, cuyo objeto es redistribuir el ingreso a través del sistema de transferencias. Los riesgos de inversión que preocupan a la IP tienen como fondo la carencia de condiciones materiales para el acceso a servicios terciarios en las zonas más rezagadas del país. Esta contradicción se resolvería si los empresarios hicieran equipo con el Gobierno en lugar de berrinches sistemáticos.
  1. El IFT demuestra con este tipo de encuestas que está absorto en la lógica del mercado. Si bien es cierto que su papel ronda en la competitividad y desarrollo de un sector más equitativo entre sus participantes, las cabezas del Instituto pierden de vista que sus políticas y “hoja de ruta” hacia el 2025 deben orientarse también a la inclusión y accesibilidad de los más rezagados en el país. La lógica del mercado acota el análisis a una dimensión de espacios urbanizados, alejando a este organismo público del casi 40% de la población sin acceso a Internet.

Es curioso pero hasta en este tipo de encuestas altamente tecnificadas, un sector tan desarrollado en la dinámica del capitalismo nos demuestra que nuestro error más grande ha sido que la tecnocracia esté al servicio de las utilidades monetarias y lejana al bienestar social que, paradójicamente, es un concepto que suele usarse por los economistas itamitas para señalar la importancia de los equilibrios económicos.

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La brecha digital no es otra cosa que la desigualdad social que ha permeado en México durante décadas, si esta sigue incrementando, entonces sí, las empresas del sector deben comenzar a preocuparse por sus ingresos en un lapso más corto del esperado.  


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