Por @vicentegtz
“Siempre que la sociedad transcurre por crisis y por momentos difíciles, el ser humano se hace preguntas y le resulta muy útil el trabajo de los cantautores que llevan toda la vida haciéndose ésas preguntas”, señala el cantautor Miguel Inzunza, quien junto a Edgar Oceransky y Ale Ze´guer se presentarán en la tercera Bohemia de la Sociedad de Autores y Compositores de Me´xico (SACM) vía streaming el 30 de abril.
La bohemia de El Cantoral Online se realizará desde la casa del maestro Edgar Oceransky, quien tiene un estudio de grabación.
“En la pandemia, la gente empezó a voltear a quienes les hablaban de estos tiempos. No todos los artistas son cronistas de su tiempo, algunos, son solo espectadores. Los trovadores, generalmente somos cronistas de lo que pasa, y la gente se comenzó a refugiar en un tipo de canciones que hablaban de sentimientos más profundos como la tristeza, extrañar a los seres queridos, la ausencia de los que ya se fueron y de las cosas importantes en la vida”, explica Edgar Oceransky.
Por su parte, Miguel Inzunza opina que la bohemia es una ocasión para compartir canciones con los amigos.
“De ahí se deriva mucho el oficio de nosotros… porque muchos comenzamos así, sin pensar en que se convertiría en una profesión. Siempre es el recuerdo de la energía inocente, de compartir canciones en casa”.
Para Inzunza, la canción de autor se aventura en mares de la experimentación.
“Es una canción que busca expandir los horizontes de lo ya dicho. Es una canción que no suene a algo que ya tienes tan presente o a la mano, trata de decir las coas de maneras diferentes; que puede preocuparse por otros temáticas que no es el amor o el desamor. La trova agarra cosas sociales y la existencia del ser humano que a veces pueden ser muy personales; por eso celebro que exista un sitio donde puedas ir a buscar una canción de autor como es La Bohemia de El Cantoral Online”.
Finalmente, Miguel Inzunza señalo que la poesía es parte de sus canciones.
“Me resulta muy cercana al ejercicio de hacer poesía, con canciones donde su única pretensión es el placer propio de hacer la canción y es una gran libertad en torno a lo que demanda, a veces, un mercado de canciones”.