En la opinión de Gil Guillén - El mexicano oficial (segunda parte)

El mexicano oficial dice: es que los españoles nos destruyeron durante 3,000 años de historia (tal vez más, tal vez menos) y en 300 de conquistados se llevaron nuestra plata y nuestros recursos naturales. No somos potencia porque los gringos nos robaron el territorio del norte. Porfirio Díaz fue un dictador y por su culpa tuvimos una revolución que, entre otras cosas, derivó en 70 años en el poder del PRI. Es que el capitalismo internacional no nos deja prosperar. Es que todos los ricos son mala gente y todos los pobres son buenos, ahí están las películas Nosotros los pobres y Ustedes los ricos para probarlo; pobres pero honrados.

Lo importante no es ganar, sino competir (aunque se caiga con la frente en alto). Los árbitros y jueces no quieren que ganemos ni en fútbol ni en caminata, por ejemplo. Carlos Salinas no supo llevarnos al primer mundo, Vicente Fox no pudo hacer el cambio cuando tuvo su oportunidad, ni parece que López Obrador tampoco lo vaya a lograr.

El mexicano oficial reconoce estos y otros acontecimientos (la mayoría históricos) y sabe que en ellos figura como personaje perdedor, pero se niega a aceptarlo, se va por la tangente y dice: no es mi culpa, no tuve nada que ver, a mí no me tocó. Se refugia en el Viva México, cabrones!

La historia sirve para generar pensamiento crítico y estudiar el pasado es una herramienta que ayuda a no repetir errores en el futuro. Al mexicano se le ha enseñado que tiene una historia gloriosa (por lo menos la oficial, pero ese es tema para otra columna): los gringos no tomaron la bandera de México porque Juan Escutia se arrojó al vacío envuelto en ella, aunque después la capturaron y ondeó la de la barra y las estrellas; Cárdenas expropió el petróleo y ahora es de todos los mexicanos, aunque Pemex es de la lista de petroleras que trabajan en número rojos; lo bueno es que somos mejores que los gringos en el fútbol… aunque ya nos eliminaron de un Mundial.

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Pero como nuestra historia ha sido perfecta y gloriosa, según el mexicano oficial, pues no hay errores que reconocer y de los cuales aprender.

El propietario de este portal no me da el espacio suficiente para enlistar la (casi interminable) serie de mitos que dan trauma al mexicano oficial y que le son útiles para justificar ser egoísta, personalista, orgulloso y poco colaborador. Pero al mismo tiempo niega todo esto y dice que no es verdad y que es todo lo contrario… pero no lo pone en práctica. Si fuera todo lo que dice, seríamos ya una potencia mundial, y no lo somos.

Se dice que la historia es a un pueblo como su propio pasado a un individuo. Y afortunadamente ya hay muchos, cada vez más, mexicanos no oficiales que hurgan en su pasado y lo analizan y comprenden, que también revisan esa historia, oficial o no oficial, que la sueltan y prefieren voltear al futuro, que deciden eliminar estos traumas históricos que le evitan progresar y lo hacen enemigo de sí mismo, por el contrario: asume la responsable de sí mismo y los suyos, supera el pasado y se concentra en el futuro, que sabe que si hace las cosas bien y de manera correcta el beneficio no es únicamente personal, sino colectivo. El mexicano no oficial no rechaza su historia, pero no acepta repetirla.

Gilberto Guillén

Experto en nada


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