En esos puestos en forma de payasitos que todavía sobreviven en algunos parques vendían helados Yom-Yom, que en los setenta fueron los mejores de la ciudad.
Hasta hace un par de años, los puestos en forma de payasito (de las heladerías Yom-Yom) formaron parte del paisaje de la ciudad. La mayoría de ellos desaparecieron casi sin que nos diéramos cuenta o, por lo menos, supiéramos algo sobre su origen y por qué eran tan comunes en los parques.
El Pabellón Yom-Yom más popular de la ciudad estaba en Insurgentes Sur #2343. Hoy en su lugar hay una pizzería y un expendio de carne. Pero en esas épocas los oficinistas aprovechaban su hora de comida para ir al Yom-Yom. Y aunque la comida del pabellón no era la mejor, las personas comían pacientemente hasta que sus postres llegaban a la mesa. Los helados eran tan buenos que bien valía la pena comer un bistec duro, mal cocinado y sazonado con el humo de los autos que pasaban por la avenida.
Pabellón Yom Yom
Durante los Juegos Olímpicos de 1968, el Yom-Yom de Insurgentes Sur fue el punto de encuentro para deportistas y periodistas. Eso hizo que mejoraran su menú y, por supuesto, aumentaran su popularidad. Incluso después de las olimpiadas, afuera del Pabellón había una enorme fila de autos y personas que llegaban tarde a sus trabajos sólo por comer en el restaurante “oficial” de las olimpiadas.
El olvido de los payasitos Yom-Yom
Cuando Yom-Yom se fue de México, los payasitos comenzaron a caer en deterioro. Algunos locales (ya de otras cosas) todavía pintan a los payasitos con los colores originales o les dan una personalidad propia. En el Centro ya no hay rastro de ellas. De hecho, hay quienes aseguran no haberlas visto nunca. Pero hay payasitos Yom-Yom esparcidos por la ciudad, como parte del bestiario que nos forma.
Ruinas yom yom
Al parecer ya sólo hay en Coapa y otras en Ciudad Neza. Algunas son heladerías y en otras venden dulces o botanas, pero todas forman parte del recuerdo de quienes en los sesentas compraban allí helados y paletas. Es como si, a la fuerza, estas heladerías quisieran volver a sus días de gloria cuando Yom-Yom fue la heladería favorita de toda la ciudad.
Via Diego Cera